Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
El grupo Fuerzas Revolucionarias Armadas del Pueblo, secuestro el 28 de agosto de 1974 a José Guadalupe Zuno. Apenas tres días antes de que su yerno, Luis Echeverría Álvarez, rindiera su IV Informe de Gobierno.
En la Cámara de Diputados, ubicada en Donceles y Allende, retumbó la gruesa voz del presidente mexicano: “Pueblo y gobierno de México no pactan con criminales”.
Era una “afrenta” que no admitía negociaciones. El suegro del primer mandatario, vivía en Guadalajara en una mansión de ensueño.
¿Cuánto se pedía de rescate? Nunca hubo una cifra confirmada. Debió ser mucho dinero o muchas exigencias para liberarlo. Sin embargo, los secuestradores advirtieron que no ganarían nada y que ejecutar a Zuno traería consecuencias inimaginables. El carácter de Echeverría no era desconocido.
Hoy la primera presidenta de México ha expresado lo mismo 50 años después: “nosotros no vamos a negociar con delincuentes”.
Una respuesta esperada. No podría decir otra cosa. La propuesta de una “mesa de diálogo” con los criminales es de Manuel Espino, hoy diputado federal de Morena y antes dirigente nacional del PAN. Es la segunda ocasión que hace la sugerencia. El anterior presidente, la rechazó y lo dejó a cargo de la seguridad del transporte de recursos públicos.
Hay que advertir que la presidenta mexicana mostró que la negociación no se hará en su gobierno. Uno supondría que a lo largo de su mandato será la misma posición.
Sin embargo, hay que tratar de ser objetivos y encontrar las piezas del rompecabezas que impidieron armarlo durante el quinquenio y 10 meses del pasado gobierno.
La estrategia, si se le puede llamar así, de abrazos no balazos, porque los “delincuentes también tienen derechos humanos” y el “fuego no se apaga con fuego”, permitió el crecimiento del crimen organizado y el narcotráfico.
No es en este espacio en donde se han señalado las posibles ligas del expresidente y/o de su equipo de gobierno, con el cártel de Sinaloa y la férrea defensa que se hace de Ismael El Mayo Zambada y antes de Joaquín Guzmán “El Chapo”, podría hacer suponer que quienes desde el extranjero en influyentes rotativos -Wall Street Journal, New York Times”, Financial Times, entre otros además del portal Politico, tienen los “pelos de la burra en la mano”.
Los reclamos por la cadena perpetua para El Chao y por la “extracción” de El Mayo, parecieran formar parte del equipo de abogados defensores de ambos criminales. La carta presuntamente escrita por El Mayo y en la que confirmaba que Héctor Cuén fue ejecutado en la finca en donde se realizaría la reunión con el gobernador Rubén Rocha Mayo, fue desacredita al principio y después confirmada por la propia Fiscalía General de la República.
¿Hay necesidad de pactar con los criminales que han desatado la guerra en Sinaloa?
Y no solamente en el estado del noreste del país, sino a lo largo y ancho, de norte a sur y de oriente a poniente, los dos poderosos cárteles criminales, plenamente identificados por las autoridades, dominan extensiones territoriales, en donde imponen sus condiciones, desplazan a los habitantes y levan a los jóvenes para que se incorporen y “disfruten de la buena vida” … aunque sea corto el tiempo de la frivolidad.
No pactar con criminales es lo políticamente correcto. Echeverría lo demostró.
El tiempo ha pasado y no es lo mismo México de los setentas que México en la actualidad.
Por tanto, las medidas que se deben tomar deben ir más allá de “atacar las causas de raíz” cuya razón de actuar es admisible pero sus resultados, si es que se logran, tardarán décadas.
¿Por qué Espino sugiere el diálogo y el pacto con los criminales?
Algo sabrá que solamente habría compartido con el que ¿se fue? y con la que llegó.
E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, Facebook Jesus Michel, X @misionpolitica y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón en el 760 de amplitud modulada.