Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Sorprendente el anuncio: consultar con los legisladores hasta dónde debe llegar la actitud de la presidenta Claudia Sheinbaum respecto a los desacatos de mandamientos judiciales para frenar la reforma al Poder Judicial de la Federación y cumplir con bajar del Diario Oficial la publicación del decreto que la vida a la tragedia de uno de los Poderes de la Unión.
La jueza federal, Nancy Juárez, fue entrevistada por la periodista Aristegui y confirmó que la ley la obliga a presentar una denuncia ante la Fiscalía General de la República para que ordene a un ministerio público federal cumplir con el mandato del arresto a la presidenta.
No, no va a ocurrir. Se trata de señalar que la ley sí es vigente y por encima de ella nada ni nadie.
No es ocioso recordar que ese fue uno de los argumentos utilizados por el expresidente que se ¿fue? a lo largo de su quinquenio con 10 meses, para “combatir la corrupción” acompañado del dicho: el que nada debe, nada teme.
Los primeros 21 días del nuevo gobierno, no han sido miel sobre hojuelas.
EL ambiente político, social, económico y hasta el del clima, se ha enturbiado como no pasó en 5 años y 9 meses, porque en el décimo, la guerra entre mayitos y chapitos agarró al expresidente como al “tigre de Santa Julia” (Usted conoce la historia y no hay necesidad de transcribirla).
En esas tres semanas, elementos de la Guardia Nacional fueron acusados de asesinar a inocentes. Estaban en el lugar equivocado y los militares metidos a policías, activaron sus armas “ante la sospecha” de que los ocupantes de una camioneta eran delincuentes. También enfrentaron diversos ataques de criminales, según la versión de la Secretaría de la Defensa Nacional, en los cuales los “civiles fuertemente armados” fueron abatidos.
En ese mismo lapso, se confirmó que Ismael Zambada, El Mayo, tenía los pelos de la burra en la mano cuando distribuyo la carta en la que afirmaba que Héctor Melesio Cuén fue ejecutado en la finca a la que fue llevado y después secuestrado para llevarlo a Estados Unidos.
El juez Brian Cogan, quien sentenció a cadena perpetua a Joaquín Guzmán, EL Chapo y al “súper policía” Genaro García Luna a 38 años de prisión -por su edad, equivale a cadena perpetua-, no se ha tentado el corazón para aplicar la ley.
Y ello preocupa a quienes podrían haber estado ligados al crimen organizado que comenzó solamente con el cultivo, trasiego y exportación de marihuana, creció con la amapola, siguió con la cocaína y culminó con el fentanilo.
No es nueva la versión de que la DEA llevó a cabo investigaciones sólidas en contra de poderosas personas de la política, de la milicia y del propio sector privado.
Para colmo de la mala suerte o de la “autonomía” de la institución, los señalamientos en contra de la exfiscal de Sinaloa, deben haber doblado las corvas no solamente del gobernador, sino de quienes lo han defendido e incluso, la renovada petición de la presidenta para que el gobierno de Estados Unidos informe correctamente de la operación que terminó con el secuestro de El Mayo, pareciera que no llegará.
Han sido 21 días difíciles para la primera mujer en gobernar la Nación. No se le puede calificar como parte del entramado, pero seguir la misma actitud de su mentor, no ayuda y menos cuando la pradera parece incendiada y sin bomberos que actúen para sofocar el fuego.
Como colofón de estos turbulentos días, hay que apuntar que la reforma judicial enfrenta resistencias de los juzgadores, los constitucionalistas, los juristas y que la firme postura de la jueza Juárez, caló en Palacio Nacional. no obstante los argumentos fincados en el artículo 61 de la Ley de Amparo.
La gravedad del caso es no entender que los jueces federales, magistrados y ministros, mantienen sus facultades y seguirán con los relevos que surjan de la elección programada para el primer domingo de junio del próximo año.
Porque el Poder Judicial no desaparecerá.
Bueno, esa es la esperanza y como dice el dicho, es lo último que muere.
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