*La 4T, se Disfraza de una Izquierda Progresista y Utiliza el Doble Discurso Como Fachada
*Mientras Tanto va Construyendo un Régimen Totalitarista
*Ejemplo Claro, la Reforma Judicial que Invade la División de Poderes
*Indignante y Humillante la Tómbola Llevada a Cabo en el Senado de la República
*El Desmantelamiento del Poder Judicial, Producto de un Rencor Materializado en Venganza
*Al ser Electo un Juez Adquirirá Compromisos con sus Electores y sus Padrinos
*La Permuta del Poder Sobre la Justicia es Ejemplo del Regreso a la Ley del Talión
ALEJANDRO ZAPATA PEROGORDO
Y vaya, que hemos tenido a lo largo del tiempo grandes dificultades que han puesto en riesgo la viabilidad de la república, sin embargo, en ninguno de esos episodios se ha llegado a los extremos en que ahora nos encontramos, los excesos se encuentran al nivel de ignominia.
Al respecto es pertinente hacer una distinción entre una izquierda progresista, cuyo objetivo va encaminado a fortalecer el avance hacia la igualdad económica y social, a la par de legalizar una serie de derechos prohibidos o restringidos, como en el caso del consumo de algunas drogas, con el actual régimen en ciernes, que en nada coincide.
La 4T, se disfraza de una izquierda progresista, habla en nombre del pueblo, se dice democrática y defensora de las libertades, sin embargo, sus acciones nos muestran una faceta distinta y alejada de esos objetivos, el doble discurso continúa utilizándolo como fachada en lo que va construyendo un régimen totalitarista.
Un ejemplo claro es la reforma al Poder Judicial, que invade sin duda alguna la división de Poderes, cuestión que ha sido abordada en múltiples artículos por destacados constitucionalistas sin necesidad de repetir en esta ocasión los argumentos al respecto.
Lo que fue completamente indignante, es la tómbola llevada a cabo en el Senado de la República, un ejercicio por demás humillante. Resulta que más de setecientos servidores públicos de carrera, que han obtenido el puesto de jueces o magistrados a través de una vida dedicada a la preparación, experiencia, estudio y dedicación, los destruyen, les quitan su trabajo y fuente de ingreso, y además lo hacen de manera infame: al azar.
El desmantelamiento del Poder Judicial es producto de un rencor que se ha materializado en venganza, nada tiene que ver con mejorar la función encomendada por la constitución a la institución, el objetivo es tenerlo bajo control.
Una de las funciones más delicadas y trascendentes es impartir justicia, dar a cada uno lo que le corresponde no es una tarea fácil, se requiere de preparación, experiencia, sabiduría y profundo conocimiento del Derecho, por lo que no es factible improvisar.
Pues bien, es su afán por controlar al Poder Judicial mediante la vía de sustituir su capital humano para convertir esos puestos en cargos políticos, seguramente en esa misma medida y criterio se atenderán los asuntos.
Si alguien llega al puesto por elección popular, su connotación es política, pues lo obtiene después de un proceso sometido al escrutinio público, un ejercicio democrático que al favorecerlo adquiere un compromiso con sus electores o bien, con sus padrinos.
Entonces lo que va a marcar la pauta en los jueces es mantener su popularidad y cumplir sus compromisos políticos: el país de las influencias y la justicia por consigna.
Hasta donde hemos llegado, la permuta del poder sobre la justicia es un claro ejemplo del regreso a los primitivos principios de la ley del talión. No hay una visión de futuro desde la perspectiva de Estado, sino únicamente un plan para mantener el poder.
