La Organización Mundial de la Salud acusa a Israel de impedir el ingreso de su personal al norte de la Franja de Gaza, obstaculizando una campaña vital de vacunación contra la poliomielitis.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) denunció este jueves que Israel está bloqueando el acceso de su equipo médico al norte de la Franja de Gaza, impidiendo que los niños de la zona reciban la vacuna contra la poliomielitis.
La organización, que ya ha completado una primera ronda de inmunización en el centro y sur del enclave, enfrenta dificultades para continuar con su labor debido a la falta de permisos del gobierno israelí.
Rick Brennan, director regional de emergencias de la OMS para el Mediterráneo Oriental, detalló durante una conferencia de prensa en Qatar que, a pesar de los esfuerzos por vacunar a los menores de diez años en otras partes de Gaza, la negativa de Israel a permitir el ingreso de su personal al norte del territorio ha retrasado la campaña de vacunación.
La primera fase de la campaña comenzó en septiembre, alcanzando a miles de niños en las áreas más accesibles de la Franja de Gaza.
Sin embargo, el avance hacia el norte, una de las zonas más afectadas por la falta de servicios médicos adecuados, sigue siendo un desafío por las restricciones impuestas por Israel. A pesar de las solicitudes presentadas por la OMS, aún no se han otorgado los permisos necesarios para continuar con la inmunización.
Brennan subrayó la importancia de esta segunda fase de la campaña para prevenir la propagación de la poliomielitis, una enfermedad altamente contagiosa que afecta principalmente a los niños pequeños y puede causar parálisis. «Es esencial completar la vacunación en todo el territorio para evitar un brote mayor», advirtió el funcionario.
La OMS y otras organizaciones internacionales han reiterado la necesidad de que se garantice el acceso humanitario sin restricciones, especialmente en el contexto de salud pública.
La Franja de Gaza, sometida a un bloqueo por parte de Israel desde hace más de 15 años, enfrenta una crisis sanitaria crónica, exacerbada por los conflictos recurrentes y la falta de recursos. Mientras tanto, miles de niños en el norte de Gaza siguen esperando la protección que podría salvarles de una enfermedad prevenible.