Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Con el gafete prendido en la solapa del saco, empresarios de Estados Unidos del US-México CEO Dialogue y los de México con el CCE y los verdaderos ricos portaban el logotipo de CMN, se realizó la reunión con la presidenta Claudia Sheinbaum en Palacio Nacional y en la “mañanera del pueblo” informó que fue una “muy buena” y se anunció que habrá inversiones por 20 mil millones de dólares en 2025.
Deseable, de verdad, que se concreten.
Porque esa película la vimos durante los primeros cuatro años del pasado gobierno y, los mexicanos que anunciaban estar dispuestos a “jugársela por México” y por ello invertirían 30 mil millones de dólares.
Pasaron las semanas que se hicieron meses y después años y las inversiones no llegaron.
¿Falta de confianza en el gobierno y la forma de cambiar las reglas del juego cuando estaban al medio tiempo?
Es lo más probable. Nadie arriesga su dinero si sabe que lo perderá, porque le quitaron la concesión o llegó el ejército y recibió el regalo de realizar la obra.
Como fuere, la película de las promesas, ya la vimos. (Un ejemplo es Tesla, que abrió el camino para que el desgobernador de Nuevo León, Samuel García Sepúlveda saliera del ostracismo y hasta se hiciera “cuate” del expresidente, quien siempre le brindó su respaldo).
La mandataria mexicana aseguró que busca garantizar confianza a inversionistas internacionales por lo cual explica que las reformas constitucionales al poder judicial, al sistema ferroviario y a la Ley de la Industria Eléctrica -secundaria- no tiene como fin destruir el estado de derecho sino todo lo contario.
“Lo que queremos es que haya certidumbre, que haya confianza, y creo que va a ser un esfuerzo muy importante para el inicio de este Gobierno y, además, esperamos que se anuncien varias inversiones”, declaró la mandataria en su conferencia mañanera en Palacio Nacional, antes del encuentro.
Ya entrados en confianza, Sheinbaum expuso que México es un país seguro para invertir y repasó algunos de los proyectos que tiene en puerta.
¿Rescatará la credibilidad y confianza perdidas en el sexenio pasado?
Hasta donde se sabe, poderosas cadenas comerciales como Sam’s, Cosco y algún segmento de Walmart, están en proceso de cerrar sus enormes tiendas. La primera anunció que la de San Jerónimo vive sus últimos minutos. La reina de las tiendas de conveniencia, OXXO ha cerrado centenares por la violencia, las extorsiones y saqueos. Como las mencionadas, hay otras que han decidido bajar la cortina por temor a no encontrar un respaldo para salvaguardar sus inversiones por la reforma judicial.
A la mayoría le preocupa la ausencia del respeto al amparo, a las suspensiones que no acataron los congresistas del oficialismo. Si eso pasa con el presunto respeto e independencia de dos de los poderes de la Unión, difícilmente se tiene confianza.
Porque la confianza no es una mercancía que se pueda comprar … es un decir, porque hay rubros en los que los programas sociales o las amenazas de los poderosos políticos a sus llamados pares, sí se compra, aunque no esté a la venta y exhibiéndose en anaqueles.
Si los empresarios serios cumplen el ofrecimiento de invertir en México carretadas de dólares, la presidenta habrá hecho el milagro.
Porque la película de horror la vimos cotidianamente durante 5 años y 10 meses.
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