A la Vuelta de la Esquina
IVÁN RUIZ FLORES
La oleada de asesinatos que trajo como consecuencia el cambio de gobierno en México, debido a la acción de las bandas del crimen organizado, exhibe cada día mayor salvajismo de parte de los delincuentes… y más policías muertos.
Indignados ante el salvajismo y la inexistencia de una política estructurada y funcional en materia de seguridad, en los estados de Sinaloa, Guerrero, Veracruz, Sonora, Tamaulipas, Chiapas, Michoacán, Guanajuato, Estado de México, Nuevo León, Jalisco, los mexicanos se preguntan:
¿El territorio de Palacio Nacional ya fue liberado de la influencia de cierta banda de narcotraficantes?
¿Cuál es la pretensión del actual gobierno para lograr cuerpos policiales mejor entrenados que no sean víctimas fáciles de los delincuentes, ni pagados por estos, como ocurre actualmente?
Lo más triste de la gran problemática en nuestro México es que pareciera que no hay intención oficial alguna para modificar la política en la materia que se llevó a cabo en los últimos seis años, ya que los escasos policías que aun existen, ya no cuentan para salvaguardar a los ciudadanos, además de que están siendo masacrados.
Un ejemplo al respecto lo proporciona Causa en Común, institución que advierte que del 27 de septiembre al 3 de octubre del año en curso suman al menos 8 casos de policías asesinados, en Chiapas (2), Baja California Sur (2), Puebla (1), Colima (1), Jalisco (1) y Oaxaca (1).
Con ello, la suma total alcanza más de 3,500 asesinados en el actual sexenio, señalan otros expertos.
MALA POLITICA
EN LA MATERIA
México, se observa, ha registrado una mala política en la materia. En el sexenio que concluyó no logró avanzar. Los datos de los expertos hablan por sí solos.
El Índice de Paz expone respecto a nuestro país:
“En todo México, se han visto niveles elevados de la violencia contra los policías en los últimos años, una tendencia que refleja los desafíos significativos que enfrentan las fuerzas del orden en el país. El incremento en los ataques puede atribuirse a varios factores, incluyendo el fortalecimiento de los cárteles de la droga y otros grupos criminales que ven a la policía como un obstáculo directo para sus operaciones ilegales. Este panorama no solo afecta la seguridad de los policías, sino que también tiene implicaciones profundas para la estabilidad y la seguridad pública en general”.
Además, precisa que la organización Causa en Común ha mantenido registros de los asesinatos policiales desde 2018. Y apunta que tan sólo de 2018 a 2023 fueron asesinados más de 2,600 agentes de la ley.
Sin embargo, dice, “… la verdadera letalidad del trabajo como oficial de policía quizás se comprenda mejor en términos de las tasas de homicidio policial. Frente a una fuerza policial nacional de más de 450,000 agentes, los más de 2,600 asesinatos policiales registrados en los últimos seis años equivalen a una tasa anual estimada de homicidios policiales de 96.8 muertes por cada 100,000 agentes”.
La institución también expone que “… ser oficial de policía en México es casi cuatro veces más peligroso que ser miembro del público en general, ya que la tasa general de homicidios en México ha sido en promedio de 26.4 muertes por cada 100,000 personas desde 2018”.
Resalta también que en determinados estados los peligros asociados al trabajo policial son considerablemente mayores.
Indudablemente. Además, tienen razón cuando precisan:
“Si bien Guanajuato ocupa el primer lugar en términos de total de agentes asesinados, está en el tercer lugar en términos de tasa de asesinatos policiales”.
Y hablan de Zacatecas:
“Como proporción de la fuerza policial general y en relación con la población general del estado, se ubica como el lugar más peligroso para desempeñarse como oficial de policía. Zacatecas tiene una tasa promedio anual de homicidios policiales de 553, lo que significa que los agentes del estado han tenido alrededor de un 0.55% de posibilidades de ser víctimas de homicidio cada año desde 2018. Esto es casi nueve veces mayor que la tasa promedio de homicidios de 2018-2023 para el público en general en Zacatecas”.
El contraste es Yucatán considerado el estado más pacífico de México con la tasa de homicidios policiales también más reducida.
Exponen también que las policías municipales “…son las que han visto más agentes asesinados, con más de 1,400 muertes, lo que representa el 53.8% del total. Si bien en la mayoría de los estados las fuerzas policiales municipales representan la mayor proporción del total de agentes, a nivel nacional su membresía representa sólo alrededor de un tercio de la fuerza policial total. Después de las fuerzas municipales, las policías estatales son las que han experimentado el mayor número de asesinatos, con más de 1,050 muertes, lo que representa el 39.9% del total”.
Y eso es lo que hoy tenemos, lamentablemente, tras el cierre del sexenio y el inicio de uno nuevo…
En todo México, se han visto niveles elevados de la violencia contra los policías desde 2018, una tendencia que refleja los desafíos significativos que enfrentan las fuerzas del orden en el país. Esta edición del IPM demuestra que ser policía en México es casi cuatro veces más peligroso que ser miembro del público en general. El incremento en los ataques puede atribuirse a varios factores, incluyendo el fortalecimiento de los cárteles de la droga y otros grupos criminales que ven a la policía como un obstáculo directo para sus operaciones ilegales. Este panorama no solo afecta la seguridad de los policías, sino que
