En 2018, este flagelo afectó a 42.5 millones de personas, el 6.5 por ciento de la población regional, de acuerdo con el nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El informe titulado “El estado de la inseguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2019” destaca que de 2014 a 2018, la subalimentación aumentó a nivel mundial, principalmente debido a los incrementos de África y, en menor medida, de América Latina.
El incremento de la subalimentación en América Latina y el Caribe se debe en gran parte a la situación en América del Sur, donde el porcentaje de personas con hambre aumentó del 4.6 por ciento en 2013 al 5.5 por ciento en 2018.
América del Sur alberga al 55 por ciento de las personas subalimentadas de la región, y el aumento observado en los últimos años se debe sobre todo al deterioro de la seguridad alimentaria en la República Bolivariana de Venezuela, donde la prevalencia de la subalimentación aumentó casi cuatro veces, de 6.4 por ciento en 2012-2014 a 21.2 por ciento en 2016-2018.
En contraste, el porcentaje de subalimentación en América Central, de 6.1 por ciento, y el Caribe de 18.4 por ciento, han disminuido desde 2013, a pesar de ser más alto que en América del Sur.
La FAO explica que el aumento en el hambre está estrechamente relacionado con la desaceleración económica general de la región.