Tras una polémica por sus comentarios contra un grupo de mujeres congresistas demócratas extranjeras, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que si no están felices, pueden irse, y agregó que ellas “aman” a los enemigos de Washington.
Trump afirmó el domingo que estas legisladoras, de orígenes latino, palestino y somalí, así como una negra estadounidense, vienen de países “cuyos gobiernos son una catástrofe completa y total, los peores, más corruptos e ineptos de todo el mundo” y que deberían volver allí.
En la Casa Blanca, Trump expresó “al que no le guste este país, al que se queja todo el tiempo, mejor que se vaya, mejor que se vaya ahora mismo”.
Horas antes, envió más tuits negándose a pedirle perdón a las legisladoras y más bien insistiendo en que son ellas las que deben pedirle perdón.
En nuevos tuits, Trump escribió: “Cuándo estas legisladoras de izquierda radical le pedirán perdón a nuestro país, al pueblo de Israel y hasta a la Oficina del Presidente, por el lenguaje grosero que han usado y por las cosas terribles que han dicho? ¡Tanta gente está molesta con ellas y sus acciones repugnantes y horribles!”