Mientras EEUU impulsa su narrativa de «la amenaza china» y contempla un posible conflicto militar con el Ejército Popular de Liberación (las FFAA de China), una de sus industrias de defensa vitales —la construcción naval— se encuentra en una situación crítica.
Estados Unidos apuesta por su aliado, Corea del Sur, para ayudar a rescatar su paralizada industria naval, indica el diario The Japan Times. La empresa surcoreana de construcción Hanwha Ocean anunció recientemente la adquisición de un antiguo astillero en Filadelfia. Junto con el acuerdo del astillero, valorado en 100 millones de dólares, Hanwha consiguió su primer contrato de mantenimiento y reparación con la Armada norteamericana.
La industria naval estadounidense es conocida por sus años de retrasos y sobrecostos. Mientras tanto, Corea del Sur y Japón son los mayores constructores navales del mundo, y se espera que puedan impulsar la producción de buques comerciales y de guerra. Pero las nuevas cifras muestran que, incluso con el apoyo de las empresas asiáticas, Washington podría tardar años en recortar la distancia que le separa de China en poderío marítimo.
De ese modo, en 2023 China tenía 1.794 pedidos de grandes buques comerciales, Corea del Sur 734, Japón 587 y EEUU solo cinco.
Asimismo, los datos presentados por la revista Forbes muestran que:
Mientras China acapara el 40% de la producción mundial de buques comerciales, Estados Unidos representa menos del 1%;
A principios de 2023, China contaba con más de 5.000 buques mercantes oceánicos, mientras que la flota comercial con bandera estadounidense solo tenía 177;
La capacidad de construcción naval de China es más de 200 veces superior a la de EEUU, según un gráfico de la Inteligencia Naval estadounidense citado por los medios de comunicación.
La lucha por apuntalar la tambaleante base de construcción naval estadounidense llega en un momento en que la Armada de EEUU ha publicado su plan para un posible conflicto militar con China para 2027.
Al anunciar el Plan de Navegación para la Armada estadounidense, la jefa de Operaciones Navales, almirante Lisa Franchetti, se refirió a China como «un desafío gradual» y «una amenaza compleja, multidominio y multieje». El plan incluye agilizar el mantenimiento de buques de guerra, submarinos y aviones, eliminar retrasos y restaurar «infraestructuras críticas que sostienen y proyectan la lucha desde tierra». Sputnik