¿Cómo fue El Grito de Dolores?

 

POR ÁNGEL LARA PLATAS

 

El cura Hidalgo, harto de las injusticias y desigualdades que sufría el pueblo mexicano bajo el dominio español, decidió tomar una acción. En la madrugada del 16 de septiembre, tocó las campanas de la iglesia y pronunció un discurso en el que llamaba a los mexicanos a unirse en armas para luchar por su libertad.

 

Aunque no existe un texto exacto de lo que dijo Hidalgo, se sabe que en su discurso mencionó frases como:

 

«¡Viva México!» «¡Viva Nuestra Señora de Guadalupe!» 

 

«¡Abajo el mal gobierno!»

 

Con estas palabras, Hidalgo encendió la llama de la Independencia y dio inicio a una larga lucha armada que duraría once años.

 

El escenario del Grito de Dolores fue el pueblo de Dolores, Guanajuato. En ese entonces, Dolores era un pequeño pueblo minero con una iglesia y una plaza. Fue en esta plaza donde Hidalgo pronunció su famoso discurso y convocó a los mexicanos a la lucha.

 

Aunque el Grito de Dolores ocurrió la madrugada del 16 de septiembre, la tradición de celebrarlo la noche del 15 se estableció a lo largo de los años. Esta costumbre se ha mantenido hasta nuestros días y se ha convertido en una de las celebraciones más importantes de México.

 

Cada año, la noche del 15 de septiembre, el presidente de México sale al balcón central de Palacio Nacional y repite el Grito de Dolores. Miles de personas se reúnen en el Zócalo de la Ciudad de México y en plazas de todo el país para escuchar el grito y celebrar con música, comida y baile.

 

La Independencia de México trajo consigo una serie de consecuencias, tanto positivas como negativas.

 

Consecuencias positivas:

Se puso fin a 300 años de dominio español, lo que permitió a México establecer su propia identidad y gobierno.

Se consolidó el territorio mexicano y se inició la construcción de una nación independiente.

Aunque no de manera inmediata en todo el territorio, la Independencia abrió el camino para la abolición de la esclavitud.

Se promovieron los ideales de libertad, igualdad y soberanía popular, que influyeron en la formación de la identidad mexicana.

Se establecieron nuevas instituciones políticas y sociales, como el Congreso y los ayuntamientos.

 

Consecuencias negativas:

Los años posteriores a la Independencia se caracterizaron por una gran inestabilidad política, con constantes cambios de gobierno y guerras civiles.

La economía mexicana se debilitó debido a la pérdida de los mercados españoles y a las guerras.

La desigualdad social persistió, y en algunos casos se agravó, ya que muchos de los privilegios de la época colonial se mantuvieron.

Surgieron conflictos entre diferentes grupos sociales y regiones, lo que dificultó la consolidación de la nación.

 

A lo largo del siglo XIX, México perdió una gran parte de su territorio original debido a conflictos con Estados Unidos y otros países.

 

La Independencia de México fue un proceso complejo con múltiples consecuencias. 

 

Si bien logró poner fin al dominio colonial y sentar las bases para la construcción de una nación independiente, también dejó una serie de desafíos que tuvieron que enfrentar las generaciones posteriores.

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