Solo con el Agua al Cuello, Participamos

ALBERTO F. MENA MALLEN

Esta expresión “con el agua al cuello”, puede ser aplicada en diferentes situaciones de nuestra vida diaria. Ya sea en el ámbito laboral, personal, emocional, y aquí la podemos aplicar a la realidad que tenemos actualmente en el país, donde el que se dice presidente de México y sus secuaces, primero nos harán regresar a los años sesenta y segundo a la destrucción del sistema político, creado a través de muchos años, para implantarnos uno, que la mitad de los mexicanos no queremos, pero que no lo hemos impedido por holgazanes, apáticos y falta de interés.

Los políticos nos han ahuyentado el deseo de participar en la vida política diaria que es muy apasionante para muchos, pero para la mayoría no es de su interés al no tener algún beneficio personal o de grupo, como sucedió en las pasadas elecciones presidenciales, donde se considera que el poder es para unos cuantos y no para todos los mexicanos.

Muchos ciudadanos creen que lo que pretende el macuspano, es para su beneficio y no para afectarlos en lo más mínimo y más, desde que llegó a la silla del águila, que les proporcionó los apoyos a diversos sectores del país, con aumentos significativos cada año, pero lo que no han considerado es que a futuro las cosas no serán siempre como hasta ahora. Pelearse con varios sectores con el argumento de que son abusivos en todos los sentidos y de que tienen que entender que el pueblo es el que manda.

No se han dado cuenta de que el populista de AMLO, se ganó a los mexicanos con estas políticas públicas, -que han sido consideradas electoreras-, y que sus propuestas de eliminar la corrupción, la impunidad y ser austeros, destruyendo fideicomisos, modificando al poder judicial, cooptando al legislativo, tener un sector militar ocupado en otras tareas y con mucho dinero disponible, nos afectará en el futuro próximo.

Y afortunadamente, tenemos hechos que ejemplifican lo anterior con el caso de Venezuela, donde se juegan muchos valores, entre ellos la libertad y la paz, que debe de existir en un país democrático, -en México, poco a poco las estamos perdiendo-, y la economía de pobreza que ya ocasionó un gran malestar masivo en contra del gobierno que los oprime y les quita la vida con tal de que sigan gobernando a toda costa.

Luego de 25 años de un sistema de vida que se ha ido pauperizando poco a poco con el tiempo y en un sistema político autoritario, donde manda una sola persona, -que para allá vamos con los cambios que se están generando-, se presentó el hartazgo, tal y como sucedió aquí con el gobierno priísta de Peña Nieto, que fue muy aprovechado por “el peje”, que nos embaucó con muchas mentiras y que después modificó su proceder para intentar ser un rey mexicano.

La oposición venezolana, al paso de los años, se fue preparando hasta lograr la hazaña de tener en sus manos las pruebas que demostraron el fraude cometido por Nicolás Maduro, quien trata de aferrarse al poder a toda costa, pero que por los hechos, los apoyos internacionales y el poder ciudadano, quizá pronto deje la silla presidencial.

En cambio, en México, todo ha sido lo opuesto de lo que ha sucedido en Venezuela, con partidos de oposición minimizados, desinteresados de su membresía y del poder que ésta les otorgó y solo ver por sus intereses personales y de grupo para tratar de ocultar sus triquiñuelas con el fuero que les otorga un escaño en el poder legislativo; finalmente el Partido de la Revolución Democrática (PRD) desaparecerá del espectro político mexicano, con un PRI y PAN empequeñecidos por seudo líderes que los encabezaron y que engañaron al pueblo.

Ahora, un grupo de ciudadanos se ha dado a la tarea de demostrar que Morena cometió un mega fraude en las pasadas elecciones, donde la ya presidenta electa Claudia Sheinbaum, logró tener más del 30 por ciento de votos arriba de Xóchitl Gálvez, muy cuestionable, ante las elecciones de Estado, la participación del crimen organizado y de violentar la Constitución y leyes por más de tres años, buscan con elementos reales, señalar que el triunfo de la corcholata morenista no es legal.

De que nos falta participación política y ciudadana, es cierto, solo cuando el agua nos llega a los aparejos, como sucede con los trabajadores del Poder Judicial, que decidieron ir a paro nacional para presionar a los legisladores morenistas, para que desechen las reformas que propone ysq y que les afectará, contrario a lo que señalan tanto López Obrador, como la presidenta electa, de que nada les pasará con los ajustes que pretenden.

Incluso, los organismos empresariales ya manifestaron su postura sobre el particular, por lo que solicitan a los morenistas que realicen las reformas al poder judicial, pero no como ellos la proponen, ya que sería retroceder en el tiempo, cuando el poder judicial mexicano ha mejorado desde su creación, aunque es de sabios reconocer que sí necesita una manota para mejorarlo.

Nos hemos percatado de que en estos tiempos las protestas de ciudadanos han crecido, por diversos motivos, ante la falta de autoridades que resuelvan muchos de los problemas que dejan las ya casi salientes, como sucede con las inundaciones en Chalco, Estado de México, que van para un mes y no hay una solución apropiada para los afectados; así pasa con otros grupos de ciudadanos que protestan por la inseguridad que padecen y de lo que aún no hay una respuesta efectiva para contrarrestarla.

Es importante que, ante la protesta de este sector del gobierno, se sumen otros para que el gobierno sienta que no está actuando a favor del beneficio que siempre pregona para los mexicanos, sino que se advierte que solo buscan beneficios propios y particularmente para que el poder ejecutivo acumule más poder del que ahora tiene, tal y como se ha advertido desde hace muchos meses.

Es ya momento y hora para que participemos más, dejemos atrás la apatía y la flojera antes de que el agua nos llegue al cuello.

fermallen@gmail.com

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