NIDIA MARIN
Una vez más se lanzó contra la UNAM. Acusó a los directivos de haberla derechizado y los calificó de “muy conservadores”. Inclusive señaló a los titulares del Instituto de Investigaciones Jurídicas de haber dirigido entidades educativas como el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), como si esto fuera un pecado.
Mejor que López Obrador no se pare por los campus de ambas universidades y tampoco Claudia, ya que ella recibiría las consecuencias de la gran boca presidencial.
El habitante de Palacio Nacional, durante “La Mañanera”, hizo tales comentarios. Además, expresó: “Esto te lo puedo decir porque como me quedan 100 días…”.
Aseguró que el modelo de universidad actual fue copiado del ITAM “…pero es una educación para la defensa fundamentalmente de intereses personales y empresariales por legítimos que sean… ¿y dónde está el interés público?, ¿quién defiende el interés público?, ¿dónde está el derecho agrario?, ¿dónde está el derecho laboral? No existe lo acabaron”.
Lo dijo hace unas horas, curiosamente después de que publicaron en la Gaceta de la UNAM los planteamientos de la directora del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), Mónica González Contró y del académico Jaime Cárdenas Gracia.
Se notó que al presidente le disgustó la exposición de la especialista, realizada durante su participación en la mesa de análisis sobre “La reforma al Poder Judicial: retos y oportunidades”, del “Coloquio Internacional, La transformación democrática en disputa, ¿interrupción, consolidación o radicalización?”
Ella consideró la reforma del presidente al poder judicial, como un tema muy cuestionable que debe ponerse sobre la mesa en un debate abierto, pues antes habría que discutir el tipo de democracia que tenemos y que aún deja mucho que desear.
En ese sentido, manifestó que en México estamos entrampados en un modelo de democracia que muestra claros signos de agotamiento, por lo cual es necesario abrir el debate y buscar mecanismos de participación ciudadana muchísimo más significativos, que no sea sólo elegir entre a, b, c y d, y que respondan a una lógica ciudadana y no únicamente a la agenda de los partidos políticos, que son los que diseñan el sistema y lo gestionan, siendo juez y parte.
Puntualizó también que, más allá de una reforma al poder judicial lo que México requiere es la transformación del sistema político y repensar la democracia, luego de que el actual modelo ha dejado un gran desencanto, particularmente en términos de igualdad y justicia social.
“Eso -especificó- nos obliga a preguntarnos, cuál es la función del Estado y a repensar una democracia mucho más inclusiva, que no sólo sea ir a votar a las urnas cada tres años, que no es un asunto menor, pero se requiere ir más allá.”
Habló de “grandes deudas”, de reformas al Poder Judicial como son la independencia, así como el acceso a la justicia pronta y expedita y la ejecución de sentencias, que se han convertido en un embudo y en el que es prácticamente imposible conseguir una sentencia.
A su vez Jaime Cárdenas Gracia, sobre el Poder Judicial, señaló que históricamente nunca ha sido independiente, y salvo en el periodo de la República Restaurada, siempre ha servido al poder en turno. Desde el porfiriato, la hegemonía priista, y la etapa del modelo neoliberal, hasta ahora que se presenta la oportunidad de un cambio.
Dijo, además, que dicho Poder tampoco ha sido independiente frente a las élites:
“…desde siempre y en particular en los últimos años la Suprema Corte ha estado a favor de las reformas estructurales en nuestro país, las cuales benefician a los grandes intereses económicos supranacionales y nacionales de México que lo han utilizado como un instrumento político”.
En cuanto a la elección de los ministros de la Corte, consideró que el actual modelo termina siendo elitista, porque son los partidos mayoritarios del Senado de la República los que designan al ministro a propuesta del presidente de la República.
En fin, que sobre este tema fue que el presidente se lanzó en “La Mañanera”.
Y seguramente quien le dijo lo que en la UNAM se expresó fue Lenia Batres Guadarrama, quien también participó en el evento de la UNAM… aunque usted no lo crea.
