*Sí, las Serpientes Emplumadas y los Ladradores Xoloitzcuintles Recobran Brillante Vida
*También los Guerreros Águila, Jaguares, Caballos, Catrinas, Balones y… más
*Son Obras de la Cultura Huichol Dirigidas por su Amante, César Menchaca
*Y Esto se Exhibe en el Museo Regional de Cholula, en Puebla
*La Visita fue Organizada por la Asociación Mexicana de Agentes de Viaje de la CDMX
*Participaron en la Muestra 500 Artesanos Wixaricas de Durango, Jalisco y Nayarit
SUSANA VEGA LÓPEZ,
Enviada
CHOLULA, Pue.- Si bien la escultura es una expresión artística donde se trata de moldear, tallar, esculpir, o cincelar algún material con el fin de lograr un objeto con una forma y dimensión determinada, ésta, una de las bellas artes, cobra gran valor cuando se une con el trabajo de artesanos, como se aprecia en las obras de César Menchaca, escultor mexicano que lucha por que se reconozca el arte huichol.
¿Te imaginas colocar -una por una- millones de chaquiras para colorear, dar vida, a reconocidas obras de arte en forma de serpientes emplumadas (Quetzalcóatl); perros mexicanos (Xoloitzcuintles), guerreros águila, jaguares, caballos, catrinas, balones, autos deportivos, bicicletas y más con el propósito de poner en el plano internacional el trabajo de los wixráricas?
Pues estas obras ya han sido llevadas para ser admiradas en diferentes recintos; un trabajo arduo, creativo, delicado, laborioso, que conjunta la creación para mostrar al mundo algunos logros de manos indígenas mexicanas dirigidas por César Menchaca, maestro amante de la cultura huichol.
Al llegar al Museo Regional de Cholula, en una visita organizada por la Asociación Mexicana de Agentes de Viaje de la Ciudad de México que preside Raymundo Marcos Flores, el maestro Menchaca comenta que este lugar guarda una energía increíble que lo hace ideal para la exposición temporal “Somos Guardianes”.
Al dirigirnos a la entrada del museo que se encuentra al pie de la pirámide de Cholula (con su basamento más grande del mundo), el artista plástico apunta con el dedo índice y señala el marco que adorna el paso del visitante.
Afirma que es parte de una de las obras que ha expuesto en Nueva York y en varios museos: la serpiente Quetzalcóatl, para luego explicar que con su obra aspira a que renazca el amor a la cultura, a los museos, a nuestras raíces, a nuestro país.
En esta muestra participaron 500 artesanos wixaricas de Durango, Jalisco y Nayarit quienes dominan la minuciosa labor de colocar una tras otra las pequeñas chaquiras de vidrio checo.
El maestro decidió darse a la tarea de que el mundo valore el arte huichol que se vende en calles y plazas del país y señaló que tan sólo en este recinto donde asisten más de dos mil personas a la semana, se pueden admiran 60 obras que les ocuparon 12 años de trabajo.
A través de jaguares y xoloitzcuintles, a decir del maestro, lleva “del camino del desconocimiento al conocimiento; de la oscuridad a la luz”. Dice que la humanidad forma parte de lo que sucede hoy en día y considera que “el ser humano es el problema y la solución”. Aspira a que los asistentes, con su obra, descubran una mejor versión de lo que somos: guardianes; a descubrir lo maravilloso de las raíces mexicanas, de la cultura, de lo increíble de los pueblos originarios.
UNIÓN Y SUMA DE ESFUERZO
LA CLAVE DEL ÉXITO
Al cruzar el arco, la primera obra que aparece de César Menchaca en el Museo Regional de Cholula es un perro mexicano, un xolo, realizada en fibra de vidrio, acrílico y resinas donde llama la atención un hueco, un espacio vacío en forma de corazón que “representa nuestras entrañas y con ellas, apelo a cambiar lo que se ha hecho mal”, refiere y asegura que el xolo -considerado un espíritu guía- muestra, en su corazón, la pureza, la bondad y la transparencia de todos los seres vivos.
Este perro se encuentra sentado en sus patas traseras y erguidas las del frente, en donde los colores dorado y negro lo hacen ver imponente, tiene grecas que significan la unión.
“Nada en esta vida tendrá éxito si no se hace en unión; es con grandes voluntades y suma de esfuerzos que se tiene éxito; si todo se hace personal o sólo para resaltar una sola visión o personalidad resulta un extremo egoísmo. Se debe involucrar a más personas para que la obra sea productiva”, afirma.
Más adelante, todavía en la explanada, se yergue la figura de un guerrero águila que trae un peyote (un cactus alucinógeno) en la mano izquierda que representa la sabiduría que apela la cultura wixárica, la cultura huichol. “Es quien los recibe y el estratega de esta gran batalla; también figura un colibrí, que es el mensajero de las buenas noticias”, explica el artista.
Antes de ingresar, se aprecian dos grandes esculturas de catrinas. “Tan sólo esta figura tiene dos millones de chaquiras de cristal traídas de la República Checa, puestas una por una, sobre un trabajo en acrílico”, revela.
Ya dentro del museo un gran jaguar se muestra al acecho, con sus colmillos afilados.
“Representa el corazón del monte; el mensajero, el intermediario entre los dioses, nuestro mundo y el mundo de abajo; su presencia en el bosque hace brillar al espíritu de la vida pero su ausencia anuncia el final de una era”, explica. Una escultura que mide dos metros 18 centímetros por un metro 28 centímetros y un metro 8.5 centímetros, realizada en fibra de vidrio intervenida con chaquira de cristal, que forma parte de la colección “El alma del jaguar”.
Después, otro xolo de más de un metro de altura donde resalta una variedad de chaquiras de colores que forman figuras de águilas, soles, peyotes, venados, serpientes y otros simbolismos wixaricas. Y, así, una serie de perros y jaguares en distintas posiciones y colores.
Al ingresar a otra sala de exposición surge la magia; se entra a la luz y a la sombra; al sonido y al silencio. Un lugar que emite energía, buena vibra, misticismo; un sitio que te pone a pensar y que te motiva a ser guardián de la vida, de la naturaleza, del agua, de la casa, de la familia, de los hijos, de la cultura, y, también, del turismo. Se trata de salir con una mejor versión de lo que somos. Aquí, una voz narra la cosmogonía por lo que se exige silencio para escuchar.
Obras gigantes montadas en la pared, en estrados, en cubos, en vitrinas. Una gran labor pensar en el traslado, en el embalaje, en el ensamble. Al final, una sala donde se pueden adquirir desde pulseras elaboradas por manos huicholas hasta las mismas obras de autor que funde al ser humano artista con el artesano.
En esta exposición, César Menchaca reitera la invitación a convertirnos en guardianes; a seguir el camino de nuestros ancestros; a recuperar nuestras raíces; a florecer de nuevo con la tierra. “De nosotros depende el futuro y bienestar del planeta. Ahora es el momento de actuar. Somos guardianes”.
Cuando César fundó Menchaca Studio, había decidido “… levantar del piso el arte mexicano…”, y toda su familia lo ha acompañado en su cometido; han participado, convivido y compartido sus espacios y parte de su vida con quienes han llegado.
Cada miembro de la familia se ha comprometido en formar un grupo multidisciplinario, trabajar en equipo y “…soñar en grande…”, pues es así como se pueden sumar nuevos artesanos que consoliden los pasos alcanzados y como se conocerá en más partes del mundo lo que se está creando, se lee en su página oficial.
En su tarea, el maestro Menchaca sumó a diseñadores, escultores, vaciadores, moldeadores y les dio apoyo y dirección. Él es quien elige la paleta de colores para mostrar su obra.
MUSEO REGIONAL
DE CHOLULA
Ubicado en San Andrés Cholula, fue el Hospital Psiquiátrico de Nuestra Señora de Guadalupe. El padre Faustino Calvo, de la orden religiosa San Juan de Dios y la señora Rita Canelo, viuda de Rejón, se asocian para comprar un pedazo de pirámide y construir el hospital. Es así como la orden religiosa de San Juan de Dios, mejor conocida como “Los juaninos”, procedentes de Granada, España inaugura, en 1910 este lugar.
Fueron 103 años de servicio como hospital. En 2013 es expropiado y a la fecha llegan un sinnúmero de personas: enfermeros, psiquiatras, doctores sicólogos y pacientes, que tiene una historia que contar. En 2017 se inaugura como el Museo Regional de Cholula.
Consta de siete salas de exposición permanente. Se dice que Cholula fue punto de encuentro de todas las civilizaciones mesoamericanas; que aquí se venían a entronar, a convertir, los nuevos tlatoanis.
Tiene una sala de arte virreinal donde se hace el encuentro y memoria de lo que fue el ataque que hizo Hernán Cortés a la ciudad de Cholula; el lienzo de Huaquechula, que es reproducción gráfica de cómo se unieron los conquistadores a los pueblos mesoamericanos quienes, en conjunto, realizan una campaña de conquista hacia Centroamérica, hacia las Honduras. Y salas de arte prehispánica, colonial y arte contemporáneo; Cholula es la ciudad viva con más longevidad en América Latina. Actualmente es un centro cultural.
Resalta la sala dedicada al arte popular, la talavera, el barro, la cartonería, la cestería, y los textiles.
Es en este museo que se exhibe esta exposición que se presentará hasta el 11 de agosto de este 2024.
Cabe señalar que, a la fecha, los huicholes tienen usos y costumbres que respetan, así, su marakame (el que sabe), una especie de gobernador elegido; los chamanes (el que va a saber) que se encarga de preservar sus tradiciones y cultura; sus hechiceros y guerreros quienes participan en batallas del plano sobrenatural, juegan un papel de suma importancia en su vivir.
Así, en trabajo conjunto, ayuda a mejorar las condiciones de vida de los huicholes, estos buscadores y recolectores del peyote, del venado, de las flores que cuentan su mitología, su historia, sus creencias, su origen, que plasman en pulseras, aretes, collares, y figuras varias; donde el fuego, la flecha, el águila y el maíz siempre están presentes.
Saber que esta obra ya se ha exhibido en Dubai, Montreal, San Antonio, Nueva York, Miami, Chicago, España y México con gran éxito, provoca un gran orgullo para todos los mexicanos.
