NIDIA MARIN
Mentiras e inflación de datos de parte de Sheinbaum y demasiada agresión, así como escasas propuestas en voz de Gálvez, es la síntesis generalizada del primer debate de las aspirantes a la Presidencia de la República, en la cual el convidado de piedra, Máynez, parecía no tener una precisa cabida en el “¿festejo político-electoral?”.
El martirio para los espectadores sucedió la noche del domingo pasado y… como canta el grupo “Bronco”:
“Dos mujeres, un camino, es el destino / Que ahora tiene para mí, la vida / Son dos penas que me matan/
Que desde el fondo de mi alma brotan.”
Y a lo mejor…
“¡Dos mujeres, un camino! / ¡A una me une un cariño / Por Dios bendecido!
“¡Dos mujeres, un camino! / ¡La otra es un bello pecado/ Es amor prohibido!”.
Pero más allá del chafón evento, organizado por el INE, -institución que nos quedó a deber a los mexicanos-, la realidad en el país es que, guste o no, los partidos deberán cumplir con las cuotas de género y garantizar cargos legislativos para grupos tradicionalmente discriminados.
Dicen en el Instituto Belisario Domínguez (IBD), del Senado de la República, que las medidas afirmativas ordenadas por las autoridades electorales que empezarán a aplicarse en este año, “buscan garantizar la inclusión de personas indígenas, personas afromexicanas, personas con discapacidad, personas de la diversidad sexual y personas migrantes y residentes en el extranjero.”
Siempre hay una primera vez y ésta llegó…
En este 2024, los partidos deberán cumplir con diversas cuotas para promover la llegada al Congreso de personas pertenecientes a los grupos sociales tradicionalmente discriminados y subrepresentados.
De tal manera se expone en el ordenamiento del INE tras la orden recibida desde el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
En la investigación del IBD, denominada “Desafíos de los criterios de adscripción grupal en el diseño de acciones afirmativas para personas en situación de discriminación y subrepresentación”, elaborada por Susana Ramírez Hernández, precisa que ante la ausencia de una ley que norme la adopción de acciones afirmativas electorales, el TEPJF reconoce que el INE tiene la facultad para regular sobre esta materia.
Precisamente por ello, a finales del año pasado, el Instituto Nacional Electoral aprobó un acuerdo que establece las cuotas mínimas para diversos grupos en situación de vulnerabilidad.
No hay de otra, los partidos deberán postular para la Cámara de Diputados: 34 candidaturas de personas indígenas, 4 de personas afromexicanas, 8 de personas con discapacidad, 3 de la diversidad sexual y 5 personas migrantes residentes en el extranjero.
Además, para el Senado, dichas instituciones político partidistas están obligadas a presentar 5 candidaturas de personas indígenas y al menos una candidatura para personas afromexicanas, una más para personas con discapacidad, otra de diversidad sexual y una para migrantes.
No cabe duda, 2024 quedará en la historia como un año de cambios electorales, no solamente por el evidente ingreso de una mujer como presidenta de la República, sino porque México dejó atrás una buena parte de la discriminación política por diferencias de género o sexo, de capacidades, de etnias, de cultura, de preferencias sexuales, de religión, de edad, de salud y demás.
De ahí la importancia del proceso electoral en marcha. Y no solamente por el tácito hecho de que será una mujer la nueva mandataria, de quien esperamos no sea la claramente manipulada por el antecesor, aunque eso está por verse no solamente en las urnas, sino en el próximo sexenio.
En 2011, el doctor Jesús Rodríguez Zepeda nos dió una gran lección en su trabajo “Iguales y Diferentes: La Discriminación y los Retos de la Democracia Incluyente”:
“Un Estado democrático y garantista está obligado a tutelar de manera activa el derecho a la igualdad social no sólo bajo sus formas canónicas de la igualdad de derechos y libertades e igualdad socioeconómica, sino también bajo la figura descrita de la igualdad de trato, vale decir, del derecho a la no discriminación”, escribió.
Y en esas estamos…
