SE COMENTA SOLO CON
CARLOS RAMOS PADILLA
No es secreto que amlo, por su propia decisión, esté enviando medicamentos y combustible a Cuba. Tampoco se ha ocultado que hay soportes mexicanos que llegan a Haití y otras naciones centroamericanas. El Ejecutivo Federal equivocadamente siente que las remesas son un logro a presumir en su gobierno. Sabe que son hoy una parte esencial de la economía como lo que mueve también el narcotráfico.
Sin embargo, ha decidió, por un acuerdo firmado con Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, que todos los mexicanos paguemos 110 dólares mensuales a migrantes venezolanos devueltos a su país bajo programas sociales, es decir, ya no se trata de insumos que en el mercado nacional presentan desabasto, sino flujos de capital a extranjeros que decidan regresar a su nación.
De acuerdo a abogados, esto es indiscutiblemente ilegal e inmoral y no hay cuerpo legislativo que lo detenga y sancione. López obrador ha dedicado parte importante de su mandato a ganarse la voluntad de los que considera gobiernos aliados pero que en el análisis internacional representan focos tóxicos para la estabilidad regional, la democracia y los derechos humanos. amlo está contribuyendo a su acomodo personal cubriendo sus propios intereses no los de México.
El tabasqueño juramento cumplir y hacer cumplir las leyes, se le contrató como presidente para gobernar para todos sin distingos y administrar los recursos nacionales en beneficio de México. Confunde la ayuda humanitaria en casos de tragedias y desastres, en donde hemos sido distinguidos por nuestras aportaciones, a la confirmación de pactos políticos en alianzas mezquinas.
El registro público oficial reconoce que el número de pobres en extremo, miserables, en México ha crecido en este sexenio, adicional se ha permitido, con enormes costos, la recepción de caravanas de migrantes que hoy exigen garantías y protección del Estado Mexicano y la reciente decisión de pagar a venezolanos para que se vayan. Pregunto en este y ya en muchos casos, ¿dónde está el Senado de la Republica? y, hasta dónde tolerar a secretarios títeres en relaciones exteriores que aceptan y cumplen órdenes del presidente sin mostrar dignidad y menos aún defensa de lo propio.
Qué ganamos con ofrecer asilo a personajes tan ruines como el “hermano” Evo Morales en lugar de estimular la superación de miles de jóvenes mexicanos que la merecen, pero no ser, en el futuro, como estos abusadores y estafadores. El presidente, y peor aún nosotros, no hemos entendido que trabajamos para engrandecer a nuestra nación, para evitar hambrunas o enfermedades o tibiezas en la educación.
Con respeto a los venezolanos, el dinero que pretende regalarles amlo debería destinarse a apoyar a las madres rastreadoras de sus hijos, a consolidar un ejercicio legal que dé certidumbre, a capacitar a los soldados mexicanos para salvaguardar la soberanía no para adiestrarse como albañiles. Que Maduro sea eso, Maduro, para aceptar sus responsabilidades y defender a sus paisanos. Qué amlo deje de aventar limosnas lo mismo a grupos vulnerables que a extranjeros expulsados de su territorio.
¿Podríamos pensar que Biden retire ahorro de los estadounidenses para regresar a mexicanos de este lado de la frontera a razón de hacer crecer más a los “homeless“?, que ¿Canadá use sus programas sociales para alimentar los errores de gobiernos tiranos? Entonces ¿por qué a amlo sí se le permite? Que Nicolás Maduro tenga los pantaloncitos Sifuentes para saberse explotador y perdedor y que amlo sepa respetarse a sí mismo para respetar a los demás.