La cifra de fallecidos en los incendios desatados el viernes pasado en la región de Valparaíso, Chile, 100 kilómetros al noroeste de Santiago, ascendió a 131, de los cuales solo 35 han podido ser identificadas, informó este martes el Servicio Médico Legal (SML) de ese país.
«Hasta el momento ya han sido entregadas ocho personas fallecidas a sus familias», agregó la institución, que el lunes reconoció que el estado de sus cuerpos están dificultando la identificación.
Diferentes países e instituciones multilaterales se han ofrecido para enviar ayuda a y se espera que este martes lleguen a Santiago las primeras 20 toneladas de víveres procedentes de diversos países.
La Armada chilena, responsables de la seguridad pública en las zonas de catástrofe y de coordinar la respuesta a emergencia, decretó la restricción vehicular para automóviles y otras maquinarias particulares hasta el 21 de febrero para facilitar el tránsito de los equipos de rescate, ayuda y reconstrucción.
La cifra total de damnificados aún no está clara, pero el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, indicó el lunes que las viviendas dañadas podrían llegar a 15 mil, y se estima que aún hay un centenar de desaparecidos.
El levantamiento de cadáveres, además, está siendo lento porque hasta el domingo había muchos focos aún activos.
La cadena de incendios comenzó el viernes en el la Reserva Lago Peñuelas y rápidamente se extendió hasta localidades densamente pobladas de los alrededores de la ciudad de Viña del Mar y Qilpué a causa del viento y las altas e inusuales temperaturas.
Por la simultaneidad de los focos, las autoridades tienen sospechas de que algunos incendios fueron intencionados y la Fiscalía chilena ya ha abierto distintas investigaciones.
Diferentes países e instituciones multilaterales se han ofrecido para enviar ayuda a Chile y se espera que este martes lleguen a Santiago las primeras 20 toneladas de víveres procedentes de México.
El presidente chileno, Gabriel Boric, insistió este martes en que las fuerzas de seguridad «buscarán por todas partes a cualquiera que se encuentre prendiendo un foco de fuego» y que a los responsables «les va a caer el peso de la ley y el repudio de una sociedad entera» porque el daño causado es «inconmensurable».
El mandatario aseguró, en un punto de prensa desde Viña del Mar, una de las comunas afectadas por los devastadores incendios que hay varios detenidos por provocar los incendios y también varias denuncias contra personas «que están intentando prender focos de fuego».
«A esos miserables los vamos a encontrar y los meteremos entre rejas», reiteró.
La ministra de Interior, Carolina Tohá, admitió esta mañana, en una entrevista a un medio local, que «hay bastantes elementos para suponer» que estos siniestros fueron «causados intencionalmente», pero presuntamente por «grupos concertados».
Por su parte, el lunes, el jefe de Defensa Nacional en las provincias de Valparaíso y Marga Marga, dos de las más afectadas, el contralmirante Daniel Muñoz expuso por primera vez esta idea en una entrevista: «Hay indicios de un patrón de comportamiento que indica que hubo una planificación, algo orquestado y organizado”, señaló.
Daniel Muñoz informó el lunes del arresto de dos sospechosos de iniciar el fuego en las inmediaciones del Jardín Botánico de Viña del Mar, que quedó totalmente destruido, sin embargo, la Fiscalía local declinó imputarles por falta de pruebas y ambos quedaron en libertad.
Hasta ahora, y según el último registro de la Corporación Nacional Forestal, los fuegos han calcinado casi 10 mil hectáreas en la región porteña.