Cuarteta Presidencial y un México en  Crisis en la Dolorosa Actualidad

*Cuatro Mandatos Presidenciales de Distintas Fuerzas Políticas han Transcurrido

*Un Ranchero con Botas, Arribaría Indudablemente Arropado por un Bono democrático

*Después la Toma de Posesión de un Abogado, fue Posible por Apoyo del PRI y el PAN 

*Y la “Docena Trágica” Llegó e Impidió que un Tabasqueño Ocupara la “Silla del Águila”

*Enseguida, fue un Priísta del Edomex, Quien le Ganó Derecho en las Urnas

*Y Después… las Promesas Incumplidas del Actual Ocupan un Lugar Preponderante

*En Misión Política, el Próximo 12 de Febrero, dos Días Antes de San Valentín, Celebraremos

 

JESÚS MICHEL NARVÁEZ

Allá en el ya lejano 2000, se agotó la dictablanda y llegó la transición democrática. No hubo tanquetas en las calles el lunes 3 de julio. El relevo presidencial se llevó en calma no sin la presión de los legisladores del PRI que, por primera ocasión en su historia, no tenían un Presidente de la República a quien loar.

Fue una elección que marcó el inicio de la debacle del partido dominante durante 70 años, que en esas 7 décadas impuso mandatario del país y controló el Poder Legislativo con su mayoría calificada. 

Lo que parecía superado en dos etapas de la historia de México: la dictadura de Porfirio Díaz y la dictablanda del PRI, amenaza con regresar y no para salvaguardar las libertades, la aplicación de las leyes, el respeto a la Constitución y la unidad del pueblo. Se cierne una con sello cubano, nicaragüense, venezolano, iraní, sirio… 

Justamente en el año dos mil, el día 12 de febrero, pero de hace 24 años, nació Misión Política. Un semanario que circuló durante 18 años en El Sol de México y 8 diarios de la Organización Editorial Mexicana. Hoy somos una revista semanal, digital, con portal diario informativo y de opinión.

Decía Jesús Reyes Heroles: lo que resiste apoya.

Y hemos resistido 24 años, 5 presidentes, 10 legislaturas y seguiremos haciéndolo porque nacimos para defender la democracia, la libertad de pensamiento y actuación. Nacimos para servir a la sociedad, a los lectores, al país.

El equipo de profesionales que hacen posible semana a semana la publicación de Misión Política, jamás han sido censurados. La pluralidad de Misión Política no está a discusión. Sí, los contenidos son críticos o elogiosos. Cada quien tiene su punto de vista y es respetado.

Hemos vivido lo impensable. Conocimos por los libros, las publicaciones de El Hijo del Ahuizote, Regeneración, Restauración, Democracia Cristiana, El imparcial y al inicio del siglo 20 de El Universal, Excélsior, las acciones de un dictador que se abrazaba a la idea de que el pueblo lo quería y, además, de tenerlo sometido y en la ignorancia. 

Hoy vivimos la reencarnación del porfiriato en la autollamada cuatroté. 

CAMBIOS POLÍTICOS

EN LOS 24 AÑOS 

A partir de las elecciones de 2000, México inició el cambio en materia política.

Inimaginable que un “ranchero” con botas y sombrero texano, venciera al aparato del Estado en materia electoral. Competidor en dos ocasiones por el gobierno de Guanajuato, Vicente Fox rebasó y con mucho a la dirigencia de su partido, el PAN. Un ejecutivo de Coca-Cola México arrasaba con la clase política. Sin embargo, sin un Congreso que apoyara sus iniciativas “cambiándole todas las comas y puntos posibles”, los anunciados cambios –como los hechos públicos en 2018- quedaron en eso: en propuesta.

Un gobierno que llegó por el voto secreto, libre y universal, arropado por un bono democrático que generó altas expectativas, pretendió seguir la línea del priísmo e imponer al sucesor –como ocurre ahora- a través de Santiago Creel Mirada, a la sazón secretario de Gobernación y quien imitándolo, adelantó su “intención por ser el candidato”. Sin embargo, el defenestrado, por su jefe, Felipe Calderón se atravesó en el camino del segundo en el mando político y consiguió la candidatura.

El de Fox fue –como el actual- un gobierno de ocurrencias. Afirmó que resolvería la guerra entre las Coreas “en media hora” y lo mismo hizo con el subcomandante Marcos, a quien invitó a la Ciudad de México y le permitió tomar el Zócalo desde donde arengó a sus seguidores y confirmó estar en pie de guerra. Tampoco logró –Fox- desfacer el entuerto y el EZLN prevalece hasta nuestros días.

Una elección, la de 2006, convulsiva, compleja, turbulenta. La diferencia de votos con Andrés Manuel López, calificado en esos comicios como “un peligro para México”, apenas rebasó los 200 mil sufragios lo que representó el 0.56% y ocasionó la “Toma de la Ciudad”. El país despertó el 20 de noviembre de ese año, con dos presidentes: el Constitucional y el “Legítimo”, encarado por el hoy Jefe del Estado Mexicano y quien durante 46 días paralizó la Plaza de la Constitución, Avenida Juárez y Paseo de la Reforma hasta La Diana, causando cuantiosas pérdidas en comercios, hoteles, restaurantes y empresas ubicadas en la más arbolada avenida de la capital del país.

Catorce meses antes, el entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal fue sometido a juicio político y desaforado. El desacato a un mandato judicial, lo habría depuesto del cargo, pero los legisladores recibieron la encomienda de no llegar al extremo. En los primeros años de estar en el cargo y cuando le preguntaron si iría en la contienda de 2006, se produjo la falsedad con la respuesta: “A mí que me den por muerto”. La repitió hasta agotar el tema y convertirse en el candidato del PRD para competir en la elección presidencial que, según el derrotado y sus huestes, “fue el fraude del siglo”.

La toma de posesión de Felipe Calderón fue posible por el apoyo de los legisladores del PRI y el PAN. Los del PRD tomaron la tribuna, arrancaron curules y escaños, los arrojaron en contra de los que defendían la legalidad y se liaron a golpes más de una docena de congresistas.

EL RETORNO DE

LOS BRUJOS

Doce años sin un presidente de “la revolución”. Una docena trágica lo impidió. Finalmente, como la obra escrita por Louis Pauwels, en colaboración con Jacques Bergier, “El retorno de los brujos”, cuyo contenido es una recopilación de tradiciones esotéricas, civilizaciones perdidas, fenómenos parapsicológicos, ocultismo, y un sinnúmero de rarezas, el PRI regresó al poder.

Por segunda ocasión, Andrés Manuel López buscaba llegar a la silla del Águila. Y de nueva cuenta fue derrotado, esta vez por el partido que le dio la oportunidad de estar en la política.

Enrique Peña Nieto pasó en solamente 8 años de ser empleado administrativo y diputado local, a gobernador y el ahí dar el salto de garrocha más espectacular de su vida: convertirse en el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.

Precedido de una campaña propagandística que parecía más la creación de la imagen de un artista, su arribo a Palacio Nacional generó la expectativa sexenal: será mejor que los panistas.

Buen arranque. Silenciosos motores. Potencia al máximo. Llantas todo terreno.

Y cuando subía la cuesta rumbo a la popularidad, se hizo, en efecto, popular. No por sus acciones de gobierno. No por el crecimiento económico. No por vencer la pobreza. No. Por el descubrimiento de algo que, en términos generales, no tendría nada de particular excepto… haber comprado una lujosa casa en Las Lomas de Chapultepec a un ¡contratista!, quien había recibido decenas de obras sin licitación.

La caída de Peña Nieto mostró que era un ídolo de barro.

TERCERA

LLAMADA

Esperó 18 años. Mostró la paciencia de Job y la ambición de Napoleón. 

Escuchó la primera llamada y acudió al foro de inmediato. El escenario estaba vacío. Y preguntó: ¿a qué hora comienza la votación?…

Después, seis años más tarde, escuchó por el altavoz: segunda llamada, segunda… y velozmente ingresó al teatro y de nueva cuenta se sorprendió: no había nadie.

Finalmente le alegró el oído escuchar: tercera llamada, tercera.

En el interior estaban sus seguidores. Lo recibieron con aplausos. Se engalló y comenzó con sus discursos. Todos defenestrando a los actores anteriores, que durante 90 años representaron la obra: Presidente Constitucional.

Y de ahí para adelante.

Las promesas a los productores para que le dieran el papel, quedaron en eso…

-En 6 meses acabo con la violencia…

-Venderé el avión presidencial que no “tiene ni Obama”…

-Se acabará la corrupción…

-No habrá recomendados…

-Los que trabajen conmigo deberán tener 90 por ciento de lealtad y 10 de talento (por eso la obra jamás triunfo) …

-Tendremos un sistema de salud como el de Dinamarca…

-Combatiremos el huachicol…

-Desaparecerá el Estados Mayor… (Alguien del público preguntó: ¿regresarán los soldados a sus cuarteles?) … lo había prometido cuando buscaba ser el actor central de la obra. No hubo respuesta inmediata.

¿Cuándo sucedió?

-Ocurrió apenas dos meses después de haber iniciado su participación en la obra.

-Multiplicó los elementos castrenses y los envió a la calle.

-La violencia continuó y se elevó a límites inesperados.

-No habrá más un gobierno rico y un pueblo pobre. (Los índices oficiales dicen todo lo contrario).

-Todos los jóvenes tendrá beca.

-Atacaremos de raíz del flagelo del crimen y el narcotráfico. (Debe estar enterrada profundamente, porque aún no la halla).

Decenas, si no centenas, de acciones prometidas e incumplidas.

Misión Política le ha informado semanalmente de todos los acontecimientos nacionales internacionales con un periodismo serio, documentado, analítico.

Sí, durante 24 años, hemos estado de su lado. El próximo 12, dos días antes de San Valentín, celebraremos.

Y confirmamos, desde ahora, nuestro compromiso: servir a los lectores, servir a la verdad, servir al país. Abrir los espacios a todas las corrientes ideológicas. Porque Misión Política no pertenece a partido político alguno ni responde a las líneas de gobierno. Reconocemos los avances. Y los aplaudimos, cuando los hay. Cuestionamos las acciones públicas. Y seguiremos adelante, porque lo que resiste apoyo.

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