TEMAS CENTRALES
MIGUEL TIRADO RASSO
mitirasso@yahoo.com.mx
De acuerdo a un informe del Instituto
para la Democracia y Asistencia Electoral
(IDEA Internacional), este cúmulo
mundial de procesos electorales,
ocurre en un contexto de amenazas a la democracia.
En este 2024, por primera vez, la mitad de la población mundial, sobre 4 mil millones de habitantes de más de 70 países, serán testigos de algún tipo de elección en sus territorios. El cálculo es que, alrededor de 2 mil millones de electores podrán acudir a las urnas para ejercer su voto. En cerca de 50 naciones, se tratará de elecciones presidenciales, según la Fundación Internacional para Sistemas Electorales (IFES).
En Europa, habrá elecciones presidenciales, entre otros, en Finlandia, Eslovaquia, Lituania, Rumanía y Croacia. Asimismo, en la India, el país con la mayor población del mundo (1,400 millones), y en 18 territorios de África, se elegirán mandatarios, entre ellos en Sudáfrica.
También los electores de las 27 naciones que forman parte de la Unión Europea, votarán por nuevos representantes en el Parlamento Europeo.
Rusia celebrará elecciones presidenciales en marzo, en las que Vladimir Putin, su actual mandatario, irá por su quinta reelección, en una contienda en la que no se ve riesgo para su permanencia en el poder. Putin suma ya 20 años en la presidencia y, de acuerdo a reformas constitucionales recientes, podría prolongar su estancia hasta 2036.
También tocan elecciones presidenciales en Ucrania y Venezuela, aunque, por razones diversas, no está claro si se realizarán en la fecha que señala su calendario electoral. En el primer caso, por una ley marcial dictada con motivo de la guerra con Rusia, que impide convocar a elecciones, a menos que se legisle lo contrario. El mandato del presidente Volodímir Zelenski concluiría el 31 de marzo.
En el caso de Venezuela, no hay fecha definida para las elecciones, aunque, de acuerdo al calendario electoral, debieran ser en diciembre. Sin embargo, el autoritarismo, las crisis y la represión que se ejerce en contra de la oposición, no han permitido la realización de procesos electorales regulares y transparentes. Habrá que recordar que el chavismo lleva ya 20 años en el poder y Nicolás Maduro, diez, como presidente.
En nuestro continente, siete países celebrarán comicios presidenciales: El Salvador, Panamá, República Dominicana, México, Uruguay, EUA y Venezuela. El próximo 4 de febrero, el presidente salvadoreño Nayib Bukele, buscará su reelección en una polémica decisión, al estar prohibida por la Constitución del país. Sacando ventaja de su popularidad y control político, torciendo un tanto las leyes, el mandatario obtuvo, del Tribunal Supremo Electoral de El Salvador, un criterio favorable para que pudiera inscribirse en el proceso electoral, con grandes posibilidades de ganar la reelección.
En el país de las barras y las estrellas se elegirá presidente el 5 de noviembre. Aunque apenas están en el proceso de definición las candidaturas, los aspirantes que pareciera que contenderán en la carrera hacia la Casa Blanca, ambos buscando su reelección, son Donald Trump, por el partido Republicano, que va con todo por la revancha, y el actual presidente, Joe Biden, por los demócratas.
Por lo pronto, al ex presidente parece que se le despeja el camino a la candidatura republicana, al pasar con éxito las primeras elecciones primarias en los estados de Iowa y New Hampshire. Trump se sigue viendo imbatible y solo que alguna de las múltiples denuncias en su contra proceda y se le impida participar en el proceso, en noviembre estaremos presenciando la repetición de la batalla electoral de hace 4 años, entre estos dos personajes.
El hecho de que, en todos estos casos, sea, precisamente, la vía electoral el método para llevar a cabo los procesos sucesorios, constituye, sin duda, una buena noticia. La no tan buena, nos la da el
informe “El estado global de la democracia 2023”, del Instituto para la Democracia y Asistencia Electoral (IDEA Internacional), organización intergubernamental con sede en Estocolmo.
El documento señala que los cimientos de la democracia se están debilitando en todo el mundo. “Que la mitad de los países sufren declives democráticos que van desde procesos electorales deficientes hasta derechos restringidos, como la libertad de expresión y reunión. Que este deterioro se ha exacerbado por la erosión de los controles y equilibrios formales -elecciones, parlamentos y tribunales- que han luchado por defender la ley y hacer que los políticos rindan cuentas”.
Suena familiar ¿no le parece? Mientras, en nuestro México, se anuncian reformas a la Constitución para desaparecer organismos autónomos (INE, INAI, COFECO, etc.) y se ataca a la SCJN, instituciones creadas, precisamente, para contrarrestar los abusos del poder. Además de “las circunstancias actuales” que limitan la libertad de prensa.