El inicio oficial de la medida de presión estaba señalado para el mediodía local, pero desde la mañana comenzaron a formarse los primeros piquetes de manifestantes.
Las principales centrales obreras argentinas, la CGT, la CTA de los Trabajadores, la CTA Autónoma y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular realizaron este miércoles el paro general en todo el país contra las políticas neoliberales y antipopulares del presidente Javier Milei.
La CGT convocó desde diciembre pasado a un paro nacional en rechazo a las medidas económicas y sociales del Gobierno de Milei, sintetizadas en un decreto desregulador de la economía y el envío al Congreso de una llamada «Ley ómnibus» que lo replica y amplía.
La medida es acompañada por diferentes gremios y sindicatos como transporte, bancarios, personal de salud y la administración pública, por lo que muchas actividades se verán demoradas o completamente interrumpidas.
En el acto central, el titular del gremio de Camioneros, Pablo Moyano, apuntó contra las medidas del Gobierno de Javier Milei, dijo que el ministro de Economía Luis Caputo «tiene que dar explicaciones» y pidió a los legisladores rechazar la Ley «ómnibus».
En ese mismo sentido, llamó a los legisladores a no votar a favor de la ley ómnibus ni por el regreso del impuesto a las Ganancias que impulsa Milei: «Que no se les ocurra volver a poner el impuesto a las Ganancias, si son tan guapos suban el impuesto a las grandes fortunas, aumenten las retenciones, pero no a los trabajadores».
Enfatizó en que «no se pueden privatizar las empresas del Estado como Aerolíneas Argentinas, Télam, Banco Nación, Radio Nacional. Van a dejar a millones de trabajadores en la calle y se las van a entregar a los amigos».
Por su parte, por del gremio de Sanidad, Héctor Dáer recordó «que los derechos son progresivos y que no pueden volver atrás» y apuntó contra Milei, al expresar que «quieren destruir los sindicatos».
Matizó que, si bien «todos fueron electos, el Presidente, los diputados, y no renegamos de la democracia, a nosotros nos eligieron los trabajadores para defender sus derechos», agregó.
El propio Daer en una publicación poco antes dijo que le pedía «a la Justicia que ordene a las fuerzas de Seguridad Nacional que garanticen los derechos de libertad de reunión, manifestación, protesta y libre asociación de todxs lxs habitantes y personas que residan o quieran ingresar a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para participar de la concentración de la CGT».
La víspera, las organizaciones convocantes confluyeron en un encuentro para «ratificar la solidez de la relación entre las organizaciones sindicales y coincidieron en que el paro general de este miércoles será un capítulo histórico para el movimiento obrero organizado”.
En quince capitales de distintos países se realizan marchas en acompañamiento al reclamo de los trabajadores argentinos y, a su vez, en cerca de treinta embajadas argentinas alrededor del mundo se llevará a cabo la entrega de “una nota en repudio a la ley ómnibus, al DNU y al protocolo” con el que se pretende disuadir las concentraciones masivas.
En esa misma dirección, la Justicia argentina exhortó al Ministerio de Seguridad que se “abstenga” de llevar a cabo filmaciones o requisas sin orden judicial durante la huelga general de este miércoles.
“Exhortando a las autoridades del Ministerio de Seguridad de la Nación que se abstenga de expedir órdenes a las fuerzas de seguridad que impliquen, el miércoles 24 de enero, filmar y/o interceptar a personas en la vía pública con el fin de identificarlas y/o requisarlas sin orden judicial previa”, indicó el juez federal, Ernesto Kreplack en una resolución judicial.
La huelga de la CGT y sus aliados, es la primera movilización general desde 2019, que cuenta con apoyo de organizaciones sociales y políticas de Argentina y se produce a 45 días de la asunción de Javier Milei, con lo cual marca un nuevo récord.(TeleSur)