A la Vuelta de la Esquina
IVÁN RUIZ FLORES
El panorama de la pobreza laboral y de la criminalidad no pinta bien al cierre del sexenio, ni para las zonas urbanas, ni para las rurales. De continuar la tendencia de 2023, en este año 2024 las autoridades no podrán engañar con un canto de victoria en esos renglones tan fundamentales en México.
Pero… ¿qué pasó en el campo mexicano?
La migración de connacionales sería la respuesta. Si bien no hay exclusividad en cuanto a la salida de mexicanos hacia Estados Unidos y Canadá, fundamentalmente, porque viajan también hacia otras naciones del mundo, en los años recientes, tras la pandemia, nuevamente miles tomaron camino.
Mexicanos nacidos en el campo y en las ciudades decidieron cambiar de rumbos. Los estados expulsores, fueron los tradicionales: Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Chihuahua, Durango, Tamaulipas y Zacatecas,
Pero se unieron otros ante la situación económica de nuestro país y las escasas oportunidades de trabajo, sobre todo en las zonas rurales, donde cuando lo tienen los extorsionan y los matan.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), entre el primer y el segundo trimestre de 2023, “la pobreza laboral aumentó en el ámbito rural al pasar de 49.6% a 50.2%, mientras que en el urbano se mantuvo en niveles similares al pasar de 34.0% a 33.9%”.
Además…
“De manera trimestral, entre el primer y el segundo trimestre de 2023, la pobreza laboral permaneció en niveles similares a nivel nacional, al pasar de 37.7% a 37.8%. Lo anterior se presentó al mismo tiempo que el ingreso laboral real per cápita aumentó 0.6%”.
Pero…
“Entre el primer y el segundo trimestre de 2023 se observó una disminución en el ingreso promedio real de los dos primeros quintiles (40% de la población de menores ingresos), comportamiento contrario al observado para los tres últimos quintiles de ingreso.
“Esta disminución se concentra en el primer quintil, es decir, en el 20% de la población con menores ingresos, cuyo ingreso laboral real per cápita representó una disminución real de 9.5%”.
Sin embargo, asegura también, en 16 de las 32 entidades del país “…se presentó una reducción de la pobreza laboral entre el primer y el segundo trimestre de 2023”.
Sobresalieron, aseguró el Coneval: Chihuahua con una disminución de 3.8 puntos porcentuales; Tlaxcala con 3.4; y Durango con 3.3 puntos”.
Más, en contraste, precisó, las tres entidades que presentaron un mayor aumento durante el mismo periodo fueron: “Hidalgo con 5.2 puntos porcentuales, Veracruz con 3.7 y Aguascalientes con 2.6”.
LOS RIOS DE SANGRE
EN RANCHOS Y PUEBLOS
En todo el sexenio, pero sobre todo en los últimos tres años, la sangre corre por ciudades y zonas rurales de la República Mexicana.
Como expusiera Salvador González Andrade, del Colegio de la Frontera Norte en su trabajo “Criminalidad y Crecimiento Económico Regional en México”, (publicado por Scielo Analytics):
“La criminalidad tiene impactos en el corto y largo plazos sobre el desarrollo local, pues afecta los niveles de capital físico y el clima de inversión, limita el desarrollo del capital humano, erosiona el capital social, influye en los niveles de corrupción y en la pérdida de confianza en el gobierno; en suma, dichos factores influyen en la posibilidad de diferencias en el crecimiento económico local”.
Hoy, las constantes masacres les dan la razón a quienes están huyendo de los pueblos y rancherías, porque como explicara el mismo González Andrade: “…los costos no monetarios miden los efectos no económicos que la delincuencia y la violencia causan a las víctimas. Se evalúan tomando en cuenta el aumento de la morbilidad (enfermedades o resultantes de la violencia, como la discapacidad y las lesiones mentales), el aumento de la mortalidad a causa de homicidios y suicidios, abuso de alcohol y drogas, así como de desórdenes depresivos, entre otros”.
Pero hay más, como son los costos intangibles:
“…se asocian con el dolor, la angustia, el sufrimiento y las pérdidas en la calidad de vida, los efectos sobre el mercado del trabajo, los traumas personales y los cambios en los comportamientos habituales, el temor de ser victimizado o atacado, la pérdida de confianza interpersonal y el deterioro del capital social, o la disminución de la tranquilidad y la libertad”.
Además, atinadamente expone don Salvador:
“La cuarta categoría considera que los efectos multiplicadores económicos miden las consecuencias generales que tienen la delincuencia y la violencia en la situación macroeconómica del país, el mercado laboral y también las consecuencias de productividad intergeneracionales. Por ejemplo, las víctimas de la violencia doméstica presentan tasas más altas de ausentismo, tienen más posibilidades de ser despedidas de sus empleos y la violencia doméstica afecta su poder adquisitivo”.
Y por las diversas múltiples razones de estos sangrientos tiempos, en un 99.9% actualmente los mexicanos se van del país.
Hay un dato del Coneval sobre la inflación general y comportamiento de las Líneas de Pobreza Extrema por Ingresos. Usted júzguelo:
Dice: “La inflación general anual promedio del segundo trimestre de 2023 se ubicó en 5.7%, esta fue 1.7 puntos porcentuales inferior a la del primer trimestre de 2023 (7.5%) y 2.1 puntos porcentuales menor a la del segundo trimestre de 2022 (7.8%). De manera anual, entre el segundo trimestre de 2022 y el segundo trimestre de 2023, la Línea de Pobreza Extrema por Ingresos (LPEI) (valor monetario de la canasta alimentaria) promedio aumentó 8.8% y 9.3% en el ámbito rural y urbano, respectivamente. Ambos incrementos fueron mayores a la inflación anual promedio del segundo trimestre 2023 (5.7%).
“Los alimentos y bebidas consumidas fuera del hogar tuvieron la mayor incidencia en la variación porcentual anual de las LPEI urbana y rural. En el ámbito rural, la tortilla de maíz (de todo tipo y color) y el huevo de gallina blanco y rojo ocuparon el segundo y tercer lugar con la mayor incidencia; mientras que, en el ámbito urbano fue la leche pasteurizada de vaca y otros alimentos preparados”, dicen.
Y, a final de cuentas, como señala el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval):
“La tasa de recuento de pobreza monetaria extrema en los pueblos originarios pasó del 36,2% en 2018 al 41,6% en 2020, mientras que la tasa de recuento de privación en por lo menos una carencia social se mantuvo cercana al 90% en 2020. Asimismo, las mujeres pertenecientes a pueblos originarios experimentaron un aumento de la tasa de recuento de pobreza monetaria extrema del 36,7% en 2018 al 42,2% en 2020 y presentaron una tasa de recuento de al menos una carencia social del 91%”.
Finalmente, pues, los mexicanos siguen emigrando por miles anualmente, tanto del campo como de las ciudades, por la incierta y en ocasiones desastrosa situación económica, apodada “crisis”, a la par de la grave criminalidad.