En la ya devastada Franja de Gaza, sus habitantes amanecieron este viernes bajo el fuego de intensos bombardeos israelíes después de que el grupo islamista Hamás e Israel pusieran fin a su tregua, reavivando un doloroso déjà vu de muerte y destrucción en el enclave palestino.
El estruendo de las explosiones que cimbraron la Franja desde temprano, sembrándola de norte a sur con colosales hongos grises de humo y polvo, dio paso a los alaridos de horror.
“!Yuri, Yuri… No te vayas!”, gritaba desconsolada Fatena Meqdad, cuando descubrió que su hija de cinco años estaba muerta, una semana antes de su cumpleaños.
La niña, cuyo nombre significa “flor”, murió en un barrio de Rafah, muy cerca de la frontera con Egipto, cuando un proyectil impactó cerca de donde se encontraba jugando con su primos.
“Yo estaba durmiendo y de repente me desperté con una explosión, no me di cuenta de lo que pasó. Su tío fue a ver y regresó gritando el nombre de mi hija, me dijo que había sido asesinada y que mi hijo resultó herido”, dice a EFE Ramadán Meqdad, padre de Yuri.