La Arquidiócesis Primada de México extendió una invitación al presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador para que conozca directamente la realidad del fenómeno migratorio que enfrenta la Ciudad de México, sobre todo cuando actualmente las casas del migrante de la iglesia católica en todo el país «han sido rebasadas por una realidad que no puede negarse».
Si el ejecutivo federal acepta la invitación, caminará sólo unas cuantas calles desde la parte trasera de Palacio Nacional hasta la Parroquia de la Santa Cruz y Nuestra Señora de la Soledad, templo católico ubicado en el Barrio de la Merced que desde hace dos años alberga a cerca de mil 600 personas migrantes en promedio todas las noches y a las cuales les proporciona con ayuda de algunas personas y empresarios desayuno, comida y cena.
La invitación a López Obrador surgió cinco días después de que se reunió por primera vez con la totalidad de los integrantes de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) durante su 115 asamblea plenaria, en la cual – a decir del obispo auxiliar del arquidiócesis de México, Francisco Javier Acero -el presidente proporcionó «otros datos» pero ninguno relacionado con la crisis migratoria que vive nuestro país.