Saúl Alvídrez, Chomsky & Mujica. Sobreviviendo al siglo XXI. Editorial Debate, Barcelona, España, 2023. 240 páginas.
José Mujica es uno de los rostros más conocidos a nivel mundial. El presidente austero, le llamaban. Su cara reflejaba bonhomía, sabiduría y desprendía cierta dosis de esperanza, de alguien que ha estado en el infierno y salido de él. Noam Chomsky es uno de los principales lingüistas del mundo. Es profesor emérito de lingüística en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, donde ha abordado la lingüística y la ciencia cognitiva. También se ha adentrado en la Ciencia Política y es considerado un referente de la izquierda mundial
Así pues, tenemos a Pepe Mujica y Noam Chomsky conversando. La idea de juntarlos fue del documentalista mexicano Saúl Alvídrez, quien fuese famoso por su participación en el movimiento 132, quien después del proceso electoral del 2012 se mudó a Bolivia. Según vemos en el documental, el encuentro se produjo en Uruguay, en Rincón del Cerro, donde Mujica y su mujer, Lucía Topolansky, viven. Al fuego de las brasas, con carne, vinos, el expresidente de Uruguay y el lingüista estadounidense pasaron un fin de semana juntos en 2017 en el que conversaron de todo: desde geopolítica hasta la definición del amor. En ese diálogo trazaron el camino hacia los valores que deben tenerse en cuenta para avanzar hacia un cambio sostenible: la democracia, la libertad, la vida con propósito, el amor y la amistad como pilares desde lo de que construir un nuevo rumbo. De eso trata el libro Chomsky & Mujica. Sobreviviendo al siglo XXI, que se explica junto con el documental del mismo nombre, aunque es verdad que el libro tiene más profundidad de ideas que el documental (algo más o menos esperado, pues hay que tener en cuenta el tiempo, cosa que en el libro no sucede).
Ahora bien, tanto el documental como el libro están dirigidos principalmente a las generaciones millennial y centennial, ya que son las que heredan una civilización insostenible en términos ecológicos, económicos, políticos y sociales. Saúl Alvídrez busca amplificar la conversación pública entre los jóvenes y enfocarla en la solución de los problemas globales. Para él, las generaciones jóvenes son la última esperanza de evitar un descontrol total. El diálogo entre estos dos mitos es parte de lo que se llama el problema civilizatorio. ¿Qué se entiende por eso? La respuesta es cortita y al pie, como dicen en Uruguay: muy pocas personas toman las decisiones de la humanidad y lo hacen atendiendo estrictamente a sus intereses personales, dejando de lado cuestiones tan elementales para todos como el agua limpia o el aire puro
Evidentemente, uno de los momentos destacados del diálogo entre Mujica y Chomsky fue su discusión sobre la falta de integración en América Latina. Coinciden que uno de los principales problemas en América Latina es la falta de capacidad y liderazgo de izquierda para mitigar los severos niveles de corrupción endémicos. Sin embargo, creen que en América del Sur la batalla por la integración es central y tiene un camino: primero las universidades, integrar la inteligencia, y segundo los movimientos obreros; después la economía. Mujica hace una lectura y autocrítica a la gestión del poder por parte de la izquierda en diálogo con Chomsky, especialmente ante el surgimiento de la presencia conservadora. Pero, ¿la izquierda latinoamericana, y sus gobernantes, han sido capaces de lo mismo? ¿Puede un líder ser tan preclaro como Mujica?
Este es un libro de diálogos, de ideas a vuela pluma. Se registra una conversación que va de aquí para allá, pero que es profundamente conmovedora. Tiene sentido: al fin y cabo, estamos ante un libro anarquista. Pero no ese anarquismo que aparece en las diversas marchas, que pinta y quema comercios. No: hablamos del anarquismo, de esa teoría del pensamiento que tiende a la libertad y que cuestiona la autoridad. Casi nada, pues.
