México Siglo XX: rey de la Marihuana México Siglo XXI: rey del Fentanilo

A la Vuelta de la Esquina

IVÁN RUIZ FLORES

Dos siglos en el ojo del huracán de los estupefacientes.

Ayer y hoy, seguimos en las mismas. ¡Uff!

¿Por qué? Porque para la maldad pareciera que estamos al alba.

También porque el ayer ya fue…

Hoy: de considerarse una maravilla para la medicina, pasó a ser el aborrecido del siglo XXI… 

Con una estrella dorada, por ser un analgésico más potente, más efectivo y de acción rápida para tratar el dolor, y a su vez, con menos efectos secundarios no deseados, pero sí márgenes de seguridad, así como entre 50 y 100 veces más potente que la morfina, el fentanilo se ha convertido en letal para miles de seres humanos que lo consumen por gusto y… ¡se mueren!

Los científicos cumplieron con su deber para salvar vidas de enfermos. Tácitamente, el doctor belga Paul Janssen lo sintetizó en 1960, lo usó como analgésico intravenoso en Europa en 1963 y cinco años después en Estados Unidos.

Y es en esta última nación donde se ubica el mayor número de consumidores y… muertos. De acuerdo a los expertos, los síntomas inician con las pupilas pequeñas y contraídas al tamaño de un punto, el rostro muy pálido o que se siente frío o húmedo al tacto, el cuerpo se vuelve flácido, las uñas o labios (o ambos) se tornan morados o azulean; hay vómitos y ruidos de gorgoteo, la persona no puede despertarse o no puede hablar y la respiración o los latidos del corazón se vuelven lentos o se detienen.

Eso les ha ocurrido en Estados Unidos donde en 2021 se registraron 106.699 personas que lo consumían, según el Instituto Nacional de Abuso de Drogas. Actualmente mueren 200 personas diariamente por el consumo de este opioide.

Y de ser un éxito médico que no estaba a discusión, ha pasado a ser el castigo para el ser humano que lo consume y la riqueza para aquellos que lo producen… en China y en México, principalmente.

De ahí que, un análisis realizado por Juan Manuel Rodríguez Carrillo y Miguel Ángel Barrón González, en el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, aclare mucho sobre los hechos de la actualidad.

Ellos no lo satanizan. Refieren, por ejemplo, “el éxito clínico del fentanilo en las cirugías cardiacas y vasculares a finales de la década de 1970 y principios de la de 1980”, las cuales aseguran “dieron como resultado un aumento considerable en las ventas de fentanilo a medida que el producto de marca perdía exclusividad de comercialización”.

Pero además… “Y en 1981, primer año en que el fármaco quedó sin patente, las ventas del fentanilo en Estados Unidos se multiplicaron por diez; aspecto nada frecuente en las ventas de un fármaco que pierde la patente y mucho menos en un opioide (Stanley, 2014, p. 1219)”.

EN EU LAS MAYORES 

INCAUTACIONES 

Mencionan también el Informe Mundial sobre las Drogas 2022, elaborado por la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas (UNODC), el cual señala que la mayor parte de incautaciones mundiales de fentanilo fabricado ilícitamente (FFI) y sustancias análogas se ha realizado en América del Norte.

Exponen: “De acuerdo con Jonathan Caulkins (2021, p. 3) los mercados ilegales de opioides en Estados Unidos y Canadá habían estado dominados por la heroína; sin embargo, alrededor de 2014 el FFI y otros opioides sintéticos comenzaron a hacer su incursión. A su vez, señala que, inicialmente, el FFI se producía principalmente en China, y apareció primero como un adulterante en la heroína y, más tarde, en medicamentos recetados falsificados y en estimulantes, incluida la cocaína.

Resaltan, además, que Las cifras de decomiso del Fentanilo Fabricado Ilícitamente (FFI) en México, contrastan con los decomisos reportados por autoridades de Estados Unidos. De acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) en el periodo de 2020 a agosto de 2023 se han decomisado un total de 25,228 kilogramos de FFI, de los cuales 24,465 kilogramos fueron decomisados en la frontera con México, es decir, el 97% (CBP, 2023). A su vez, los decomisos reportados por el CBP (2023) han ido en aumento, mientras en el 2020 reportaron poco más de 3 mil kilogramos de FFI para el 2022 se reportaron casi 9 mil kilogramos decomisados y, por lo reportado hasta agosto de 2023, se estima que esta cifra podría ser rebasada.

También exponen, respecto a la regulación del fentanilo en México que el sistema jurídico mexicano regula, por un lado, el farmacéutico para su uso médico y de investigación científica; y, por otro, el tráfico de fentanilo, en especial, el FFI. 

En cuanto al tráfico del mismo, precisan: “…está regulado en el sistema jurídico mexicano esencialmente de manera prohibitiva, mediante los siguientes conjuntos de tipos penales: 

  1. Delitos contra la salud en su modalidad de producción, tenencia, tráfico, proselitismo y otros actos en materia de narcóticos (Título séptimo, capítulo I del CPF); 
  2. Delitos contra la salud en su modalidad de narcomenudeo (Título décimo octavo, capítulo VII de la LGS); y 
  3. Delitos en materia de precursores químicos o de productos químicos esenciales (Capítulo séptimo de la Ley Federal para el Control de Precursores Químicos, Productos Químicos Esenciales y Máquinas para Elaborar Cápsulas, Tabletas y/o Comprimidos).

Los autores de la investigación, también recuerdan que el 3 de mayo del año en curso… “se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley Federal para el Control de Precursores Químicos, Productos Químicos Esenciales y Máquinas para Elaborar Cápsulas, Tabletas y/o Comprimidos (DOF, 03/05/2023). Aunado a lo anterior, en la LXIV y LXV legislaturas del Senado de la República se han presentado 3 iniciativas, 2 puntos de acuerdo y 1 exhorto, orientados a atender las problemáticas derivadas del tráfico y consumo del FFI. 

Por cierto, también resaltan que la zona cero del consumo de fentanilo es… ¡Tijuana, en Baja California!

Acerca de misionpo 41013 Articles
Noticias nacionales e internacionales. Investigación y reflexión política.