El ministro de Defensa de Polonia, Mariusz Blaszczak, catalogó como «una política de suicidio» el renovado Pacto sobre Migración y Asilo que la Unión Europea (UE) busca aprobar. Agregó que el plan provocará nuevas olas de inmigrantes que no desean integrarse en la sociedad europea, sino que «quieren imponer su orden en Europa».
Polonia tilda de «suicidio» el pacto migratorio propuesto por la UE
«Es una política de suicidio que se está realizando por las élites de la UE. Es una política relacionada con la ingeniería social, un intento de reordenar la próxima etapa de la evolución, es decir, el cambio demográfico en Europa», declaró Mariusz Blaszczak a la emisora Polskie Radio.
Según el titular, el plan propuesto por la UE provocará nuevas olas de inmigrantes que no desean integrarse en la sociedad europea, sino que «quieren imponer su orden en Europa», lo que el propio Blaszczak calificó de «extremadamente peligroso». Sin embargo, el ministro afirmó que el partido conservador polaco Ley y Justicia (PiS) será capaz de gestionar el tema migratorio, con firmeza y rigidez, si sigue en el poder tras las elecciones legislativas que se celebrarán el próximo 15 de octubre.
En 2020, la Comisión Europea presentó un nuevo plan sobre migración y asilo basado en el sistema de cuotas. El plan se estancó rápidamente después de las críticas de Hungría, Polonia y otros países, que se opusieron a los planes de acogida de migrantes.
El pasado 29 de septiembre, la cadena de televisión Al-Jazeera informó que el renovado Pacto sobre Migración y Asilo de la UE busca aliviar la presión sobre países de la primera línea, como Italia y Grecia, y reubicar a algunos inmigrantes en otros Estados miembros del bloque comunitario. Los países miembros de la UE que se opongan a acoger a los inmigrantes tendrán que pagar a los Estados miembros que sí que les otorgan asilo.
Polonia reanudará el control fronterizo en la frontera con Eslovaquia por un plazo de 10 días, con la posibilidad de prórroga, para evitar la migración ilegal, informó a su vez el ministro del Interior polaco, Mariusz Kaminski.
«El Gobierno decidió reanudar provisionalmente el control fronterizo en la frontera con Eslovaquia a partir de medianoche», afirmó Kaminski ante la prensa.
El titular polaco explicó que la decisión se debe al aumento del número de inmigrantes ilegales en la llamada «ruta de los Balcanes».
A finales de septiembre pasado, la portavoz de la guardia fronteriza polaca, Anna Michalska, anunció que desde hace más de un mes los guardias fronterizos polacos observaban un aumento en la afluencia de migrantes ilegales procedentes de Eslovaquia. Según la funcionaria, la frontera entre Polonia y Eslovaquia está en el espacio Schengen y, por lo tanto, los guardias fronterizos no pueden realizar en ella unos controles estrictos. Sputnik