¿Retornarán las Aguas Turbulentas de las  Etapas de Álvaro Obregón y Plutarco?

 

*Cárdenas Colocó a Elías Calles en su

Lugar y por Años Todo fue Bien

*Pero ni Zedillo, Fox, y Calderón Pudieron 

Instalar un Sucesor a su Gusto

*Y Peña Nieto Revivió al PRI Para, al 

Final del Mandato, Dejarlo Moribundo

*Hoy, Como lo Intentó Salinas de Gortari, 

se  Busca Permanecer en el Poder

*Los Abusos y Barbaridades Cometidas 

por López Obrador en su Mandato

*Actualmente Está Empeñado en que su

Empleada, Claudia Sheinbaum Triunfe 

 

JESUS MICHEL NARVÁEZ

 

¡Sufragio efectivo, no reelección!

Fue el llamado al levantamiento del pueblo para exigir elecciones libres, en las que el voto se respetara y diera inicio el ejercicio que da paso a la democracia.

El Plan de San Luis fue el manifiesto firmado el 6 de noviembre de 1910 por Francisco I. Madero. El documento convocaba al levantamiento de armas para culminar “la dictadura de Porfirio Díaz y establecer elecciones libres y democráticas”.

¡Sin Sufragio efectivo, sí a la relección!

Es cancelar el alma de la tercera transformación que, diversos historiadores, señalan costó un millón de vidas por el movimiento armado que conformó la Revolución Mexicana.

Esto ocurre en 2023, cuando el presidente Andrés Manuel López sigue los pasos de Porfirio Díaz y, aunque se declara demócrata y admirador de Madero, la clara intención de prorrogar su mandato llega al clímax cuando Morena propone que en pase automático se convierta en senador en 2024.

Y no solo esa “novedosa acción”. 

La acompañan: la elección de quien lo sucederá y, desde el momento en que surgió la figura de Xóchitl Gálvez, la trama cambió y se fortaleció la idea en el imaginario popular de que el Jefe del Ejecutivo quiere seguir ejerciendo el poder de un solo hombre. Ya tomó la decisión de ignorar a los otros poderes de la Unión cuya presencia en eventos de Estado fortalecen la unidad de la República y, además, los degrada por no atender sus instrucciones. Al legislativo por frenar sus reformas constitucionales. Al judicial por anular sus reformas legales a leyes secundarias que contradicen textos y espíritu de la Carta Magna.

Analistas, politólogos, académicos e intelectuales orgánicos e inorgánicos, han señalado desde hace dos años, pero marcadamente en las últimas semanas, la clara intención del presidente López de prolongar su mandato y recuerdan sus mensajes durante las primeras giras que realizó como Jefe del Ejecutivo federal en algunos mítines y reuniones: “propondré la reelección, porque 6 años no son suficientes para transformar al país”.

Fortalecen sus hipótesis en los anuncios adelantados de que el primero de septiembre de 2024 enviará iniciativas a la LXVI para reformar la Constitución en temas fundamentales: recomposición de la Suprema Corte de Justicia de la nación cuyos ministros serán electos por el pueblo; reestructuración y en su caso desaparición de los órganos electorales –INE, OPLs y TEPJF-; extinción del INAI, la Cofece, el Coneval, entre otros. Además, repetirá la intención de que la Guardia Nacional sea adscrita a la Secretaría de la Defensa Nacional y no dependa, como ordenó la SCJN, de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.

LAS INTENTONAS

NO SON NUEVAS

Con la promulgación de la Constitución de 1917 las turbulentas aguas se tranquilizaron y, sin embargo, la confusión abrazó a los que fueron correligionarios y después se alejaron de Venustiano Carranza.

Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles abandonaron la “política activa” más no su condición de generales. En 1924, Obregón fue electo para suceder a Adolfo de la Huerta y enseguida dejó el cargo en manos de Calles. Y ahí comenzó la traición a la Revolución.

Obregón, como figura central de la revolución, tras el asesinato de Carranza ordenó a Calles reformar el artículo 83 para ser reelecto. El texto original que se reformó decía: “El Presidente entrará a ejercer su encargo, el primero de diciembre; durará en él seis años y nunca podrá ser reelecto para el período inmediato. El ciudadano que substituyere al Presidente Constitucional, en caso de falta absoluta de éste, no podrá ser electo Presidente para el período inmediato”.

La puerta estaba abierta y el único cambio consistió en que “por única vez” podrá ser reelecto.

Hoy se clarifica el mandato: El ciudadano que haya desempeñado el cargo de Presidente de la República, electo popularmente, o con el carácter de interino, provisional o substituto, en ningún caso y por ningún motivo podrá volver a desempeñar ese puesto.

No hay posibilidad alguna de la reelección inmediata. Sí, en cambio, gobernar tras la Silla del Águila como lo hizo Calles con Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio y Abelardo L. Rodríguez entre 1928 y 1934. Pretendió ampliar su maximato pero Lázaro Cárdenas se lo impidió. Lo expulsó del país.

Desde entonces, todo se desarrolló como marcan los cánones. El presidente cumple su mandato y deja sucesor. La regla se rompió en el año 2000. Ernesto Zedillo no logró imponer al sucesor. Tampoco Vicente Fox lo logró y Felipe Calderón entregó la banda presidencial a Enrique Peña Nieto quien revivió al PRI para dejarlo moribundo al perder la sucesión frente a Andrés Manuel López.

Y después las dos intentonas: la de Carlos Salinas de Gortari y la de ¡Andrés Manuel López!

El experimento de Salinas ocurrió al derrocamiento del gobernador constitucional de San Luis Potosí, Fausto Zapata Loredo, quien jamás pudo ejercer el cargo. El “pueblo” no lo dejó ingresar al palacio de gobierno y el Congreso local designó al embajador Gonzalo Martínez Corbalá quien debía convocar a elecciones al cumplir 2 años de mandato y pretendió ser candidato para la elección constitucional. La Carta Magna establece, en el caso de los mandatarios estatales, que al haber ocupado interinamente no podrán ser candidatos en la elección inmediata. Debe pasar un periodo de 6 años para competir. El presidente Salinas fracasó en su maniobra y simplemente buscó otros caminos, cerrados legalmente y por tanto entregó la banda presidencial al jefe de campaña de Luis Donaldo Colosio. Ernesto Zedillo junto con Manuel Camacho Solís y Fernando Ortiz Arana eran los único priístas de primer nivel que no estaban inhabilitados para el cargo. No eran funcionarios del gobierno federal, aunque en el caso de Camacho la duda prevaleció: representaba al Gobierno en la Comisión de Paz para Chiapas.

Los sucesores no intentaron alargar sus mandatos.

Hasta que llegó Andrés Manuel López.

DEL DEMÓCRATA

POCO QUEDA

Un gobierno votado como nunca: 30 millones de sufragios para impedir que el PRI siguiera en el poder. Desde el la elección, realizada el 2 de julio de 2018, apareció un presidente electo que asumió el mando ante el abandono del Jefe del Ejecutivo federal constitucional. Enrique Peña Nieto lo dejó hacer lo que quiso y así, en una “consulta popular patito” destruyó el NAIM, cuya obra presentaba un avance de 40 por ciento y había inversiones por 200 mil millones.

Dos intentos para encontrar la rendija y abrirla, para alcanzar su reelección.

La primera: avalar a su compadre Jaime Bonilla, quien fue electo para gobernar Baja California por dos años y antes del vencimiento, el mandatario reformó la Constitución para que su gestión fuera de 6 años.

La llamada “Ley Bonilla” fue declarada inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia de la nación.

El segundo fue en extremo burdo: ampliar el periodo del ministro presidente Arturo Zaldívar hasta diciembre de 2024, bajo el argumento de que es el único que puede corregir los abusos de poder y terminar con la corrupción que impera en el Poder Judicial de la federación. El rechazo unánime al transitorio que modificó la Ley orgánica del Poder Judicial –que, emanada de la Constitución establecer que la elección del presidente de la Corte corresponde únicamente a los miembros del Pleno y será solamente por 4 años-, Zaldívar tardó poco más de tres meses en “rechazar” la ampliación de su gestión.

LA VISIÓN Y EL

TRABAJO POLÍTICO

El trabajo y la visión política del hombre que buscó en tres ocasiones la Presidencia de la República –imitó a su mentor Cuauhtémoc Cárdenas y lo superó: él sí se apoltronó en la Silla del águila–, es manifiesta.

Desde el principio diseñó sus programas sociales y conforme avanzó el sexenio aumentó la suma que recibirían adultos mayores, a quienes les redujo la edad para ser beneficiarios; buscó a los jóvenes, en 2019 aún menores de edad, y los dotó de becas; a otros, los incorporó a Sembrando Vida y a los estudiantes les otorgó apoyos.

Aquellos jóvenes del 2019, ya son mayores de edad. Tienen derecho a votar.

Al cierre de la administración actual, la pensión universal habrá pasado de 2 mil 400 pesos bimestrales a 6 mil. Las becas aumentaron de un salario mínimo a 3 en 2024. 

Oficialmente repartió “millones de toneladas de fertilizantes” a los campesinos. Restituyó miles de hectáreas a la tribu Yaqui y en Oaxaca impulsó la construcción de caminos empedrados, hechos con la mano de obra de los habitantes a quienes retribuyó generosamente. 

Violentado todo el marco legal, desde 2021 “destapó” a sus corcholatas. Una larga lista que finalmente fue depurada para quedar en 4… más 2 colados de última hora.

Desde sus conferencias matinales se frotaba las manos porque en las oposiciones, de las que se burlaba un día sí y otro también, las atacó sin medida. Hasta que apareció Xóchitl Gálvez, personaje que hizo cimbrar los cimientos de Palacio Nacional y la sede de Morena.

Está empeñado en que su empleada, Claudia Sheinbaum obtenga el triunfo. Y para ello dispone de todas las herramientas legales e ilegales para “convencer” a los ciudadanos de que ella será quien mantenga viva la “esperanza” que acabará con la pobreza, establecerá el sistema de salud como el de Dinamarca, contendrá la violencia y la criminalidad y será la adalid en la lucha contra la corrupción.

Al tiempo que tejía la forma de continuar su proyecto político, al cerrar 2022 e iniciar 2023 una intensa campaña para desacreditar a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al haber fracasado su propuesta de que la encabezara Yasmín Esquivel.

Y desde la elección federal de 2021, cuando su partido perdió la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, todo ha sido remar en contra de la corriente.

Intentó reformar la Constitución y fracasó. Ante ello, se fue por las reformas legales que, entre otras, contemplaba el Plan A, el B y el C. las dos primeras quedaron anuladas. La tercera está limitada a los tiempos electorales por las medidas cautelares impuestas por el INE y sentencias por el TEPJF.

Nada de eso importa. Excepto la aparición de Gálvez.

Por ello, ha instruido a los gobernadores de Morena, a los integrantes del Gabinete Legal y al del Ampliado, a los legisladores de Morena y aliados, a los coordinadores estatales, a los diputados locales y presidentes municipales del oficialismo, hacer todo para que gene Sheinbaum. Y todo, es todo.

La entrega del bastón de mando significa que su elegida tiene todo el respaldo presidencial  y contará con todos recursos. Económicos, infraestructura y artimañas, a sus órdenes.

NO ADMITIRÁ

LA DERROTA

Al final de la jornada electoral del 4 de junio de 2024, si el triunfo no es de su candidata –si llega- o candidato de repuesto, se negará a aceptar la derrota y clamará ¡fraude, ¿fraude, fraude”.

Y se consumará la modificación al lema maderista:

Sufragio efectivo, no reelección.

Será: Sin sufragio efectivo y sí reelección.

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