o Campesino
• Ganso defiende a criminales y se va contra impartidores de justicia
Miguel A. Rocha Valencia
Ante las acusaciones de que el crimen organizado utiliza remesas para lavar dinero, el ganso de Macuspana se indignó, llamó falsaria la investigación de la agencia Reuters que así lo asegura, pero sin chistar ordenó interponer queja (denunciar) al ministro José María Aguilar por obstruir el cobro, según dijo, de 15 mil millones de pesos a una empresota de la cual no mencionó el nombre.
Y a través de un fiscal dijo que hay otros que obstruyen el cobro de 80 mil millones de pesos de adeudos de hace varios años. A todos ellos los va a acusar y seguramente intentará presionar a través de su brazo ejecutor, la Fiscalía General de la República y de la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda, del innombrable rábano Pablo Gómez.
Y todo porque el ministro de la Suprema Corte otorgó un amparo que impide la distribución de los “nuevos” libros de Texto Gratuitos en Chihuahua.
Pero más se indignó cuando se le preguntó acerca del lavado de dinero que se realiza con las remesas de acuerdo con un reportaje realizado por Reuters en Sinaloa. El monto alcanzaría el 10 por ciento del total., es decir cerca de seis mil millones de dólares.
El año pasado, la organización “Signos Vitales” había publicado que el ”blanqueo” por esa ruta podría alcanzar el 7.6 por ciento que en 2022 significarían cerca de cinco mil millones de dólares. El cálculo se realizó en base a los 58 mil 497 millones de dólares que ingresaron por remesas durante 2021.
Incluso la propia Organización de la Naciones Unidas dio a conocer en marzo de 2022 que en base a los análisis internacionales sobre flujo de dinero del crimen organizado, donde los mexicanos Sinaloa y CJNG cobraron notoriedad, dio a conocer que en nuestro país las organizaciones criminales “lavan” por como más de 25 mil millones de dólares procedentes del comercio de drogas, personas, cobros de piso, extorsiones (incluye tráfico de indocumentados), secuestros y otras actividades de control como las mercantiles.
Sobre eso no quiso decir nada el machuchón de Palacio Nacional y simplemente se dedicó a desacreditar la información de Reuters, pero son dato alguno y omitió hablar de cárteles o del nuevo hallazgo en Jalisco donde la tragedia de Lagos de Moreno, donde ahora resulta que los cadáveres calcinados encontrados no coinciden con los de los cinco jóvenes “levantados” hace 15 días, con lo cual se confirma que ese lugar de Jalisco es tierra de nadie.
Sigue sin anunciar medidas contra el rimen organizado, desdeña acusaciones internacionales a cerca de que él, el caudillo de Tepetitán protege a los cárteles y que con sus políticas de abrazos y no balazos, les ha dado una fortaleza tal que ya invaden todos los ámbitos de la vida nacional incluyendo la política y los gobiernos en sus tres niveles. Y eso, lo sabe.
Resulta un brutal contrasentido, una paradoja nunca vista como él diría “en siglos”. Hoy el jefe del Ejecutivo defiende, protege o al menos evita perseguir abiertamente a los criminales, pero quema en la hoguera de sus dichos a impartidores de justicia a quienes persigue, exhibe, denuncia y ahora a través de la Fiscalía seguramente intentará perseguir y si le es posible, encarcelar.
Estamos sin duda ante un parteaguas entre la legalidad y la barbarie encabezada por quien debía defender la Constitución y en vez de hacerlo, la viola reiteradamente para proteger a sus cómplices metidos en la nómina y prebendas del gobierno que incluye la entrega de recursos públicos o incorporados en las empresas criminales.
Y no se trata sólo del cash, de los sobres amarillo o los depósitos bancarios irregulares de que ha vivido el Tlatoani y dado vida de millonarios a toda su familia, ni siquiera de los 15 mil millones de Segalmex sino de la nueva denuncia hecha por la diputada morenista Inés Parra Juárez contra la secretaría del Bienestar por peculado de más de seis mil 60 millones de pesos, dinero que seguramente se fue a la campaña de la corcholata favorita.
Es tan grande la corrupción que ni en Morena se la aguantan.