“2001: Odisea del Espacio”

 

 

Hablando de Inteligencia Artificial

 

HORACIO ARMANDO HERNANDEZ OROZCO

2001: Odisea del Espacio” (“2001: A Space Odyssey”) película dirigida por Stanley Kubrick, con la actuación de Keir Dullea (David Bowman), Gary Lockwood (Frank Poole), William Sylvester (Dr. Heywood Floyd) y Douglas Rain (Voz de HAL 9000); fue estrenada el 3 de abril de 1968.

Un equipo de cinco astronautas trata de seguir las señales de radio emitidas por un extraño monolito conocido como TMA-1, que ha sido hallado en la Luna y parece ser obra de una civilización extraterrestre.

La cinta marcó un hito por su estilo de comunicación visual, sus revolucionarios efectos especiales, su realismo científico y sus proyecciones vanguardistas; es una narrativa de ciencia ficción multitemática, que aborda tópicos como la evolución humana, la tecnología, la inteligencia artificial y la vida extraterrestre; además, de su extraordinaria banda sonora.

LA CONCIENCIA DE 

LA INTELIGENCIA 

La Luna, la Tierra y el Sol están en alineación; hace 4 millones de años, un grupo de primates busca alimento en una árida sabana, pero tienen una disputa con otros primates por el agua de una charca.

Al amanecer siguiente, los primates encuentran un monolito perfecto de color negro que provoca alarma, confusión y miedo, pero al poco tiempo, se acercan y lo tocan. El líder del grupo se da cuenta de cómo utilizar un hueso como herramienta y arma.

Estas primeras escenas muestran y dan a entender a través de flashbacks que el monolito ha motivado ciertos cambios en la conducta de los primates y les ha dado un grado de conciencia sobre los recursos disponibles para sobrevivir, debido a que ahora los monos son capaces de matar animales y comer carne.

En la cinta no se dice el nombre del líder de este grupo, pero se llama Moonwatcher, que es el personaje del cuento El centinela (1948) de Arthur C. Clarke en que se basa el guion.

El uso de los recursos naturales como herramientas es el inicio de la inteligencia, ya sea para cazar y comer o simplemente para matar al enemigo como se muestra en el filme.

LA INTELIGENCIA 

CONSCIENTE

En 1999, el doctor Heywood Floyd viaja de la Tierra a una estación espacial en un transbordador espacial de la línea aérea Pan Am, ahí mantiene un encuentro con científicos de otros países respecto a la extraña incomunicación y si son ciertos los rumores de una epidemia en la base estadounidense de Clavius, Floyd declina brindar detalles sobre el asunto, y en una gran nave casi esférica viaja a la Luna.

Esta elipsis temporal en la narración, permite al espectador comprender que ha existido un progreso en el desarrollo de la inteligencia humana, los avances técnicos así lo muestran; la nave aluniza e ingresa en un gigantesco hangar subterráneo, ahí se despeja el misterio de este viaje: Floyd se hará cargo de la investigación del descubrimiento de un monolito negro de perfecta forma ortoédrica que se halla enterrado en el cráter lunar Tycho y que fue bautizado como TMA-1 (Anomalía magnética de Tycho número 1).

Obviamente, es el mismo monolito visto por los primates, pero ahora queda claro que se trata de algo fabricado por una civilización inteligente, que ha sido enterrado intencionadamente y que es la primera prueba real de la existencia de vida extraterrestre, por ello esa extraña incomunicación y los rumores de una aparente epidemia, pues se debe mantener en secreto el descubrimiento.

Este hombre de la postrimería del siglo XX está consciente de que su inteligencia no es la única, hay un artefacto creado por una inteligencia igual o superior a la humana.

LA INTELIGENCIA 

INCONSCIENTE

En el año 2001 la nave espacial Discovery 1 viaja hacia Júpiter con cinco tripulantes, tres en hibernación y dos despiertos, David Bowman y Frank Poole, y un supercomputador de última generación, llamado HAL 9000, encargado de controlar las funciones vitales de la nave, lo que le permite comunicarse con los astronautas mediante el habla. 

HAL pregunta a David Bowman si no tiene dudas sobre la misión y su secretismo, éste responde vagamente que no, momento en que HAL anuncia un fallo en una unidad de comunicaciones que podría dar lugar a la pérdida de la conexión con la Tierra.

Estas breves escenas muestran otro tipo de inteligencia: la artificial, y la comunicación entre un humano y un superordenador, la cual parece ser de lo más normal.

El nombre HAL 9000 es un acrónimo en inglés de Heuristically Programmed Algorithmic Computer (Computador algorítmico programado heurísticamente); pero ¿por qué cambia drásticamente su comportamiento a grado tal de matar a cuatro elementos de la tripulación?

HAL es una computadora heurística, lo cual la hace muy semejante al pensamiento humano; la palabra heurística proviene del griego εὑρίσκειν, que significa hallar, inventar, su pretérito perfecto de este verbo es eureka; como sustantivo, se refiere a la disciplina, el arte o la ciencia del descubrimiento, y como adjetivo, se refiere a estrategias, reglas, silogismos y conclusiones.

Esto es que HAL está programado para no recibir respuestas que tengan dudas, su programación consiste fundamentalmente en cumplir sin objeciones los planes trazados, razón por la cual elimina a los que dudan o son escépticos, considerándolos «mecanismos fallidos»; por ello en este tipo de inteligencia no existe la moral o lo inmoral.

LA SUPER 

INTELIGENCIA

Al quedar desconectado HAL, una videograbación del Dr. Floyd pone al corriente a David Bowman de cuál es su verdadera misión: la investigación del origen de la señal recibida por el monolito TMA-1 en 1999, emitida desde un punto cercano a una de las lunas de Júpiter.

El final de cinta es muy confuso, pero en palabras del propio Stanley Kubrick, representa la captura de David Bowman por parte de los creadores del monolito, quienes logran un ambiente de confinamiento virtual supuestamente adecuado para él, con el fin de regresarlo con poderes sobrehumanos a la Tierra; por ello la última escena es el renacimiento del superhombre (feto) con super inteligencia.

Es claro que el director prefirió la narrativa visual a la auditiva, y básicamente nos muestra a unos primates que empiezan a tomar conciencia de la inteligencia, a unos humanos que están conscientes de su inteligencia y que puede existir inteligencia extraterrestre, así como la propia inteligencia artificial.

Esto es, que la inteligencia es un rasgo del ser humano, pero igual puede radicar en primate (animal), en un extraterrestre e inclusive en una máquina, entonces ¿acaso será que una computadora podría ser tan humana como nosotros?

La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…

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