ALFREDO MEJÍA MONTOYA
El juego de la política por el poder ha comenzado. En la historia de una sucesión presidencial circunscribiendo lo nunca visto en ninguna de las fuerzas políticas del país. Los contendientes, por un lado: el circo de tres pistas del oficialismo y por el otro; en la feria, el sube y baja de los postulantes a competir.
En la oposición, la subida al campo de batalla de una ciudadana que no pertenece ni está registrada en ningún partido, la politiquería de López Obrador en una mañanera abrió la puerta de la posibilidad para que entrara una posible candidata de la oposición sin pertenecer a partido alguno. Novedoso y atemorizante para el régimen.
La sucesión presidencial ha comenzado, violentando la Ley y las reglas que prevalecen para esta clase de eventos: “la sucesión presidencial”, uno de ellos, si es que no el más importante. Los jefes de campaña están planteando sus estrategias y los movimientos de unos y los errores de otros, el objetivo número uno ya permeó en la ciudadanía y en los medios de comunicación.
Las habladurías, la politiquería y las diabólicas intenciones del inquilino de palacio, han robado la atención de la audiencia y están entrando poco a poquito, lenta y suavemente a hablar del tema, de las ocurrencias y estrategias atípicas de López Obrador.
La sociedad en general, la sociedad civil organizada, nunca había participado como lo está haciendo la contemporánea respecto de una sucesión presidencial, salvo los jóvenes que en ocasiones se sienten cautivados por las locuras y ocurrencias de López Obrador, sin embargo, se están dando cuenta de lo que se pretende que sea la 4T y no deben estar tan seguros de tener un régimen totalitario. Y aun así, lo festejan algunos y miles de acarreados al zócalo de la Ciudad de México, como sucedió el 1 de julio pasado.
La pregunta obligada sería ¿Qué festejan y cuáles son los logros que López dice ha obtenido la 4T, en qué ha beneficiado al país? Hoy el pueblo en todo su contexto objetivamente, vive en peores condiciones económicas, de salud y seguridad que antes de la llegada de Andrés Manuel López Obrador con MORENA; donde millones de mexicanos se han quedado sin acceso al sistema de salud que obliga la Carta Magna en su artículo 4º; en materia de seguridad, la violencia ha traído más temor y miedo que nunca, y en estos momentos se está arribando a los más 160 mil crímenes dolosos en el país y en más de 40 mil desaparecidos, más los que se sumen en lo que resta a esta administración; los índices económicos se han vuelto incontrolables; el dinero ya no alcanza a adquirir como lo hacían en 2018 hacia atrás, por lo que, ahora resulta que estamos peor que cuando estábamos peor. ¿Entonces que festejaron el 1 de julio, la llegada al poder de López Obrador? quizá solo sea eso, pero no ha servido de nada tanta promesa que hizo en campaña y hace en las pseuconferencias matinales desde palacio.
A 15 meses de que termine su gestión López obrador no se siente comprometido con las premisas de un gobernante, ya que ha sido todo menos gobernante, estando a la expectativa de lo que se le contraponga a sus intereses no importando en ningún momento si la gente pobre o en pobreza extrema tuvo para comer el día de hoy, porque aun regalando dinero público con sus programas sociales prioritarios, el dinero no alcanza , menos si no ha hecho nada para superarlo, y lo que ha hecho han sido dos fracasos de pretender reducir el índice inflacionario, un impuesto que golpea más a los sectores y regiones de menores recursos; nunca se le ha ocurrió que una de las maneras más sencillas de romper con el paradigma de la pobreza es crear fuentes de empleo, así el pueblo tendrá un trabajo seguro, un salario seguro, un acceso a la seguridad social, acceso a la educación, creando polos de desarrollo.
No hacerlo provoca que un peso de dinero público que se les obsequia a la gente pobre, pobreza extrema y de escasos recursos económicos, educativos, de salud, de educación, el pueblo que lo recibe de cada peso puede gastar solamente .76 a .77 centavos para su beneficio ya que el resto le afecta uno de los impuestos al consumo más regresivo, al adquirir productos y mercancías; el otro, el impuesto al dinero que provocan los índices inflacionarios,… las consultas de médicos privados, las medicinas que tienen que adquirir con su pecunio propio, pero López obrador no tuvo esa visión ni tendrá.
Tal parece que lo que pretende o pretendió era que México fuera un país de pobres, precisamente para que el pueblo comiera de su mano como en los antiguos regímenes socialistas, comunistas, autoritarios y dictatoriales. Eso es lo que él quería, pero México es mucho más grande qué eso.
Ahora de entre sus corcholatas está buscando la que mejor le cuide las espaldas de todos los malos manejos presupuestales usando el dinero de los contribuyentes, sin embargo, la historia no perdona y muchos de sus allegados más cercanos y de mayor confianza, con tal de no verse involucrados en esos malos manejos señalarán con su dedito quien es realmente López obrador y qué hizo del dispendio del presupuesto asignado en los años de su gestión, y saldrán a luz pública todos esos movimientos indebidos de dinero público, porque no podrán ocultarse las operaciones que se realizaban con dinero presupuestal como el de Seguro Popular, el Insabi, la compra y adquisición de medicinas y utensilios quirúrgicos, los tratamientos del cáncer y de enfermedades degenerativas, las vacunas contra virus endémicos diferentes al Covid-19. Al final todo saldrá a la luz pública, y desgraciadamente muchos mexicanos, mucho pueblo se fueron a la tumba por esos fracasos de un señor López obrador que quiso llegar al poder sin saber para qué.
Por ello la afanosa búsqueda de quién ocupe la silla presidencial deberá contar con el máximo de sus confianzas Aún y con ese 10% de honestidad que buscó en sus colaboradores, los números lo delatarán, los números son fríos, duros y emergerán como dardos envenenados en contra de quien los quiso ahogar.
Ese juego de la política y el poder sólo son escabrosas tentaciones de individuos que no saben trabajar con un 100% de ética, moral política, el soporte lo será la muestra de democracia que quisiera el pueblo para su convivencia.
Luego entonces, los años del Obradorismo pasarán a la historia como años perdidos en la búsqueda de una mejor calidad de vida y de mejores oportunidades de crecimiento y desarrollo de su país, y no irse a otros lugares a trabajar y enviar remesas, sería mejor que desarrollarán su labor e hicieran grande, aún más grande a México, pero con gobernantes como Andrés Manuel López obrador eso es prácticamente imposible, y los ciudadanos tienen la oportunidad histórica de salvar a su país, aunque sea con una flor como sucedía con los jóvenes de los 60’s, y ahora de nueva cuenta pueden ellos encumbrar otra generación maravillosa.
El Juego de la Política por el Poder ha comenzado y la división del país también, la democracia sería el camino idóneo para motivar un México mejor en el que la ciudadanía y el pueblo lo hicieran crecer y desarrollarse, con su labor y un excelso liderazgo de sus gobernantes y lo convirtieran aún más grande de lo que es.
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