La próxima cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) podría ser un fracaso debido a las diferencias entre sus miembros con respecto a adherir o no a Kiev. Y es que aunque Washington intenta convencer a Europa de tener un papel más activo en el conflicto ucraniano, pero Bruselas no cede del todo.
Al menos esa es la opinión del investigador del Centro de Políticas de Seguridad y exdirector de personal del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, Stephen Bryen, quien en un artículo publicado en su sitio Weapons and Strategy expone algunos de los inconvenientes que enfrenta la Alianza atlántica rumbo a su próxima cumbre en Vilna, Lituania, los próximos 11 y 12 de julio.
Y es que el presidente ucraniano Volodímir Zelenski lleva meses pidiendo una inclusión acelerada de su país en el grupo otanista, pero hasta el momento no se han logrado los consensos necesarios entre los 31 miembros para aceptar la propuesta. Según Bryen, esto se debe, entre otras cosas, a que las tropas de Kiev no han dado los resultados esperados en sus contraofensivas contra el Ejército ruso.
En naciones como Francia o Alemania, por ejemplo, los Gobiernos de enfrentan a crisis internas, como las protestas desatadas por la muerte del joven Nahel a manos de la policía a las afueras de París o la baja aprobación ciudadana del canciller alemán Olaf Scholz, apunta el también investigador del Yorktown Institute.
«Europa se ha quedado sin dinero y sin balas. No está de humor para dar un cheque en blanco a Ucrania o arriesgarse a una guerra mayor que podría extenderse a Europa. El presidente Biden lo tendrá difícil para intentar sacar más de los europeos», opina Stephen Bryen, quien también fue fundador de la Administración de Seguridad Tecnológica de Defensa de Estados Unidos.
En Alemania, el Gobierno de Scholz enfrenta el ascenso del partido de derecha AfD, lo que merma su liderazgo en el país. Por su parte, Estados Unidos no logró convencer a sus aliados de la necesidad de integrar de inmediato a Ucrania en la Alianza y necesita el apoyo de sus socios europeos para brindar, por ejemplo, apoyo aéreo militar a Kiev, algo que apenas comienza a suceder con Rumanía, nación que se convertirá en sede de entrenamiento de pilotos pertenecientes a países miembros o aliados de la OTAN.
Sin embargo, Bryen señala que con ello Europa estaría abiertamente en un conflicto bélico contra Rusia, una situación que, dice, sería insostenible para varios países.
«Washington ya ha señalado que no fue capaz de convencer a sus socios sobre la membresía ucraniana de la OTAN. Parece que detrás de escenas Estados Unidos está tratando de lograr alguna especie de garantía de seguridad para Ucrania, pero cualquier garantía significativa es una posibilidad muy lejana», considera el autor.
Por otra parte, Bryen señala que los intentos de contraofensiva del Ejército ucraniano no han tenido los resultados esperados por Occidente, lo que implicaría la necesidad de reforzar el respaldo militar a Kiev al margen de que su integración a la OTAN, que no sucederá pronto, como han reconocido desde la Casa Blanca y desde el interior del bloque otanista.
No obstante, el experto advierte que los países europeos ya enfrentan problemas para satisfacer las necesidades armamentísticas de Ucrania, aunado a que mucho del equipo militar enviado, entre ellos tanques Leopard 2 y artillería, ya ha sido destruido «y no ha salvado» a Ucrania.
«El fondo del asunto es que la estrategia de la OTAN necesita ser revisada o, de otra manera, que los europeos y rusos necesitan trabajar en un acuerdo de seguridad aceptable. Es un exactamente el acuerdo que Rusia propuso a la OTAN en diciembre de 2021 y fue rechazado sin discusión», recuerda el investigador.
«Ahora el armario de municiones está vacío, incluso en Estados Unidos. Los rusos están aprendiendo a contrarrestar los sistemas occidentales avanzados, una evolución negativa para la seguridad de la OTAN (…). Será interesante ver cómo se desarrolla [la cumbre] Vilna. Sin duda será un espectáculo propagandístico, pero hay muchas posibilidades de que Vilna sea un fracaso», concluye.
Análisis de @Spunik
Foto: © AFP 2023 / TOMAS BENEDIKOVIC