Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Primero fue Quirino Ordaz Coppel. La tentación de ser representante plenipotenciario de México, lo llevó a abandonar su militancia tricolor, a la que le debe todo lo que hizo en la política.
Después vendría Omar Fayad Meneses quien, como el mexiquense, dejó en soledad a Carolina Viggiano y apoyó, en cambio, a Julio Menchaca, su amigo y opositor. La sola idea de estar en “tierra santa” como la continuación de su carrera en el poder público, lo conmovió hasta las lágrimas y no de pejelagarto, al ser nominado para ser el embajador mexicano en Israel.
Aunque Carlos Joaquín González no llegó a gobernar Quintana Roo con los colores de sus amores, porque militó toda su vida en el tricolor, y lo hizo por la alianza PAN-PRD, también entró a la cosecha de las embajadas. Le tocó la de Canadá y desde su partida, es decir desde su ida, no de otra, nadie sabe qué hace o en pasos anda.
Alejandro Murat fue tentado con la representación diplomática en Londres. Nunca se confirmó y aún ahora se ignora si logrará la inmunidad diplomática. Se cuenta que aconsejado por su padre quien también gobernó Oaxaca, decidió ser “amigo del presidente” para avanzar en el combate a la pobreza que registra desde siglos atrás la entidad. Y le funcionó. Hay, cuentan, “cientos de kilómetros de carreteras que en lugar de pavimento tienen piedras” y fueron realizadas por los artesanos oaxacos. Bueno, eso dijo públicamente el huésped temporal de Palacio Nacional.
Ahora toca el turno a Alfredo del Mazo Maza, como dirían en las series de la vieja televisión “el Último de los Mohicanos” será el último de la dinastía. Acusado por la vocera oficial del CEN del PRI de haber dejado sola a la candidata Alejandra del Moral y de traicionar a su partido, encontró, sin embargo, el respaldo presidencial.
En su monólogo matinal, su personaje estelar, reconoció la pluralidad de las elecciones en el Edomex y casi felicitó a Del Mazo. Sus palabras: “He estado al tanto de los reclamos al gobernador del Estado de México, pero totalmente infundados. Porque lo que insinúan es que debió meterse a la elección, y no es como era antes, utilizar todo el aparato del gobierno para favorecer al candidato del partido que gobierna en el Estado de México.
“O cualquier otro estado, así era, se usaba todo el presupuesto, lo que le están reclamando, lo están cuestionando, es porque no actuó de manera ilegal, es realmente pues kafkiano. O sea, decirle, tú tienes la culpa, para empezar, es una falta de respeto al pueblo”.
“Es decirle, tú tienes la culpa porque no usaste al gobierno para rellenar urnas, para falsificar actas, para hacer un fraude, es lamentable esa actitud. Y lo otro que también están viendo es que le echan la culpa a la gente, por lo mismo, por el clasismo del bloque conservador”.
Aunque no hay nada confirmado, se presume que el todavía mandatario sería designado representante diplomático en Bruselas,
De las palabras presidenciales habría que destacar la crítica por la supuesta exigencia del “grupo conservador” para que el grisáceo mandatario “echara mano de los recursos públicos para apoyar a la candidata de la Coalición Va por México. Es probable que la demanda haya sido cierta y no fuera escuchada. ¿Y? De que se rellenaban urnas, se falsificaban actas para consumar el fraude, eso sí es kafkiano y una falta de respeto a los ciudadanos de verdad, quien están al frente de las casillas.
Ahora resulta que los priístas que perdieron el poder, son auténticos demócratas,
¿De verdad el presidente está enterado de los derroches que se hacen en Mora y sus gobiernos?… Será acaso, que se trata de apoyos para la causa.
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