El político estadounidense y exsecretario de Estado, Henry Kissinger, afirmó que en Washington deben idearse estrategias diplomáticas y geopolíticas para mantener cerca a China.
Luego de que Pekín expresara su descontento con la postura de los líderes del G7, el exconsejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos sugirió que la nación gobernada por Xi Jinping debe ser observada con detenimiento por la Casa Blanca.
Según él, «esperar a que China se occidentalice» ya no es una opción alcanzable, por lo cual es necesario entablar buenas relaciones con el gigante de Asia.
«No creo que la dominación del mundo sea un concepto chino, pero podría ocurrir que lleguen a ser muy poderosos. Y no queremos eso», dijo Henry Kissinger durante una entrevista con el escritor británico Niall Ferguson, publicada en varios medios de comunicación.
También recordó que, desde sus primeros días, la Administración de Richard Nixon (1969-1974) mostró una apertura hacia Pekín. «[El expresidente] comprendió que se trataba de una oportunidad estratégica, que dos adversarios de Estados Unidos estaban en conflicto entre sí», dijo en referencia a las tensiones entre la Unión Soviética y China suscitadas en 1969.
«En su nombre [de Nixon] di instrucciones para intentar situarnos más cerca de China y de Rusia de lo que ellos estaban el uno del otro», comentó Kissinger. Sin embargo, dijo, el Gobierno estadounidense no contó con el apoyo interno necesario y se «desaprovechó» la oportunidad de tender lazos con Pekín.
El 18 de mayo pasado, la Cancillería china expresó su descontento por unas declaraciones de Kissinger, quien afirmó que las diferencias entre Estados Unidos y China representan un peligro para la paz mundial
«Pekín espera que Estados Unidos corrija su percepción de China, deje de hacer daño a la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo de la República Popular China y, junto con nosotros, empiece el acercamiento mutuo con el fin de volver las relaciones chino-estadounidenses al camino correcto de un desarrollo sano y sostenido», dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Wang Wenbin.
El pasado 12 de mayo, Pekín y Washington reanudaron sus reuniones de alto nivel por primera vez desde que se detectó un presunto globo chino de vigilancia sobre territorio estadounidense. El país asiático ha rechazado las acusaciones vertidas desde la nación norteamericana y niega que el globo haya tenido fines militares.
China es una de las dos economías más fuertes del mundo junto con Estados Unidos. Su desarrollo económico sufrió una desaceleración debido a los efectos de la pandemia de COVID-19. Sin embargo, logró un crecimiento del 3% en 2022. De hecho, fue la única nación con una economía grande que registró crecimiento en ese año.
De acuerdo con datos oficiales, en el primer trimestre de este 2023, el PIB chino mostró un mejor camino al registrar un incremento de 4,5% interanual, lo cual fue interpretado como los analistas como un despegue que comienza a dejar atrás las consecuencias de la crisis sanitaria.
Diferentes estudios apuntan a que el gigante asiático será indiscutiblemente la mayor economía del planeta. Lo logrará en 2028, según la consultora británica CBRE. O quizá en 2026, como prevé la firma japonesa Nomura Holdings.
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