La influencia cultural estadounidense en Brasil: el poder blando como herramienta política

La globalización cultural, como fenómeno liderado (principalmente) por Estados Unidos, afecta a América Latina —y a Brasil en particular— con una fuerza innegable.

En este sentido, es necesario destacar el papel desempeñado por las producciones de Hollywood sobre el público y el imaginario brasileños, capaces de provocar —aunque sea involuntariamente— una inclinación casi automática hacia los llamados «valores norteamericanos».

Se trata aquí de la utilización del poder blando norteamericano, con la intención de conquistar mentes y corazones y, en el límite, despertar sentimientos de simpatía hacia los EEUU y su posición privilegiada en el mundo. La concentración financiera realmente colosal empleada en las producciones de Hollywood y su exportación a diversos públicos de todo el planeta no solo pretende aumentar el interés por Estados Unidos como nación, sino también la admiración por sus valores culturales.

Este fenómeno ha sido estudiado por diferentes analistas no hace mucho tiempo, y su conclusión apunta invariablemente al papel predominante de los estadounidenses en este proceso de globalización cultural.

En este contexto, la difusión de normas de cultura y comportamiento social convierte a estas normas en rasgos destacados. Este uso del poder blando permite a los estadounidenses alcanzar objetivos de Estado sin recurrir a la coerción o la fuerza, y arrogarse el supuesto papel de guardianes de ideales universales de humanidad.

A juzgar, por ejemplo, por las cifras de taquilla de las películas de Hollywood en todo el mundo, las observaciones sobre la aparente eficacia del poder blando estadounidense parecen justificadas. Esencialmente, la mayoría de estas películas producidas en EEUU derivan de «temas universalmente reconocibles» como el eterno conflicto entre el bien y el mal, los romances imposibles, el viaje del héroe, entre otros.

Sin embargo, lo que vemos a partir de este éxito es un proceso de «homogeneización del pensamiento y los valores sociales», inducido también por la universalización del inglés como lengua de comunicación y la difusión cultural de EEUU a través de otros métodos, como los servicios de streaming y la música.

Como ejemplo, cuando hablamos de la influencia del cine estadounidense en el exterior, se observa que Brasil es uno de sus principales mercados consumidores, según datos de la Motion Picture Association of America. En el año 2019 (antes de la pandemia) Brasil estaba entre los 12 principales mercados para las películas de Hollywood. No obstante, la participación del país en las ganancias brutas de Hollywood cuando se trata de películas de superhéroes, encabezadas principalmente por Marvel Studios, es aún mayor.

Biden y Zelenski se reunieron este 20 de febrero en Kiev.  – Sputnik Mundo, 1920, 06.03.2023

Internacional

Entre las mayores producciones de Marvel o Disney hasta el año 2019, Brasil ha ocupado a veces la posición de quinto, cuarto e incluso tercer mayor mercado. Cabe recordar que los ingresos extranjeros representan la mayor parte de los beneficios de Hollywood (alrededor del 70% de media), lo que en sí mismo es una de las razones por las que el poder blando estadounidense sigue influyendo en muchos públicos de todo el mundo.

Entre 2013 y 2018, por ejemplo, nueve de las 10 películas más taquilleras de Brasil procedían de Hollywood, una cifra notable que demuestra la preferencia del público brasileño por las producciones estadounidenses frente a las nacionales.

Ciertamente, no se puede negar que estas cuestiones de preferencia cultural a veces acaban teniendo efectos políticos relevantes en el comportamiento de los Estados. En la primera mitad del siglo XX, por ejemplo, la llamada «diplomacia cultural» de EEUU a través del cine se convirtió en una importante herramienta para obtener el apoyo brasileño a los norteamericanos durante la Segunda Guerra Mundial. Hasta el estallido del conflicto, el presidente brasileño Getúlio Vargas ejerció una política de pragmática equidistancia entre Alemania y Estados Unidos.

Sin embargo, cuando estalló la guerra en Europa y las fuerzas aliadas se preparaban para contraatacar a la Alemania nazi, la productora Walt Disney trató de atraer el apoyo del público brasileño a la causa estadounidense. No por casualidad, en 1942, Disney incorporó un personaje brasileño (José Carioca) en una de sus producciones de animación (más concretamente, en el dibujo animado titulado Saludos Amigos). En los últimos años, Hollywood también ha intentado atraer cada vez más la atención y la simpatía del público brasileño.

Por ello, algunas de sus producciones han llegado a tener importantes escenas rodadas en territorio brasileño (Vengadores: Infinity War, Fast and Furious 5, El increíble Hulk, Los Mercenarios, por citar algunas). Directores brasileños también fueron invitados a dirigir algunos largometrajes, siendo responsables de obras como Robocop (José Padilha), Ice Age (Carlos Saldanha), On the Road y Black Water (Walter Salles), El jardinero fiel y Ceguera (Fernando Meirelles). Además, famosos actores brasileños han tenido pequeños —y en algunos casos incluso importantes— papeles en películas de Hollywood, como es el caso de Rodrigo Santoro, Wagner Moura y Alice Braga, entre otros.

De hecho, esta nueva fase del poder blando estadounidense puede considerarse un elemento vital para el mantenimiento de sus intereses en América Latina y en otras partes del mundo. Al fin y al cabo, EEUU cuenta con una de las principales máquinas de transmisión de ideas de toda la historia de la humanidad, Hollywood. Promoviendo el discurso de la supuesta universalidad de sus valores, Washington reduce los costes de su dominio cultural de Occidente, del que Brasil geográficamente forma parte, pretendiendo así prolongar su hegemonía política en el sistema.

Es cierto que Brasil no pretende hoy alinearse automáticamente con ninguna de las dos superpotencias en liza: EEUU y China. No obstante, es probable que el país acabe viéndose obligado a adoptar una postura en caso de que se agudicen las disputas globales a lo largo del siglo XXI. En tal escenario, no cabe duda de que la maquinaria propagandística de Hollywood se pondrá a trabajar a todo vapor para recabar de nuevo el apoyo brasileño, sea cual sea el adversario estadounidense.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK

© AFP 2023 / Miguel Schincariol

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