Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Debido al vacío informativo sobre el estado de salud del huésped temporal de Palacio Nacional, surgieron toda clase de especulaciones. Incluso, “expertos” en el manejo de la inteligencia artificial hicieron pública la observación de que el que aparecía en el video del pasado miércoles no era él. Como probable prueba, señalaron una toma en la que se debería mirar de frente y con el sol en su cabeza, es imposible reconocerlo.
Algunas versiones lo dieron por muerto el mismo domingo y el lunes se fortalecía la especie. Más conjeturas llevaron las prisas impresas en la velocidad para aprobar iniciativas de ley dispensando todos los trámites legislativos bajo el argumento de “obvia y urgente necesidad”. Y por si fuera poca cosa lo anterior, la presencia de los 22 gobernadores -20 de morena y 2 de sus aliados- en Palacio Nacional hizo brotar el nerviosismo entre quienes juegan a ser corcholatas y los que no tienen la debida información oficial.
Sin embargo, hay que reconocerlo, el que apareció ayer conduciendo sus monólogos matinales, SÍ ES EL AUTÓCRATA QUE COBRA COMO PRESIDENTE.
Imposible que el doble pudiera hablar como él o gesticulara como él y lanzara los improperios como él.
Las dudas se disiparon cuando ordenó, eso es lo que hizo, a los senadores de Morena desaparecer al INAI. Y por supuesto, al mostrar su indignación por el “acuerdo” que permitiría a Emilio Lozoya dejar la cárcel con la “reparación del daño causado” hasta pro 10 millones de dólares.
Si alguien cobra por ser el doble -no de listo- del inquilino del Virreinal palacio, tendría que haber estudiado en exceso y por horas continuas, la forma de mover los dedos, cómo doblar la muñeca afectada por una pelota que salió con lumbre del bat de un jugador; cómo mirar cuando se refiere a sus adversarios y cómo cuando habla del pueblo bueno.
Vaya, hasta aprender a engañar con el uso de palabras que le entrecortan la garganta y le humedecen los ojos.
No, el que apareció ayer es ÉL.
El temple de autócrata, de iluminado, de todopoderoso que hasta la muerte vence, lo pintan de cuerpo entero, con todo y la voluminosa curva que se observa en su abdomen.
¿Qué nos espera con el regreso del mesías?
Dureza, persecución, acallar las críticas, enfrentar a los adversarios de manera abierta, encarcelar a dos expresidentes y en una de ellas, hasta a alguno de sus colaboradores por no haber mostrado la lealtad exigida para formar parte del “cambio trascendental” que inició la mala copia del castrismo y el chavismo.
Que no quede duda: destruirá a todas las instituciones que no se plieguen a sus decisiones y quienes las conformen serán investigados “a fondo” por la Unidad de Inteligencia Financiera y la Fiscalía General de la República. Se sabed y de buenas fuentes periodísticas, que en el fuerte de Alejandro Gertz Manero ya hay carpetas con información de personajes a los que se les consideraba intocables. Sí, los mismos que pretendía encarcelar con el voto de los ciudadanos en su consulta.
En uno de sus chistoretes, que no hacen reír al respetable pero sí a los acólitos, se comparó con el peso mexicano y afirmó: ¡Estoy fortachón! mientras levantaba la mano y cerraba el puño.
La soberbia apareció en todo su esplendor y la amenaza generalizada en contra de aquellos que no oraron por él, es manifiesta.
Ahora si hay que encomendarnos a Dios, porque es el único que nos puede salvar de la ira, el rencor y la venganza que anida en el abultado abdomen.
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