NIDIA MARIN
Que se preparen. Todos aquellos que han sido traidores a México y a los mexicanos, como ya saben quién, podrían recibir una buena dosis de chicotazos el próximo sábado.
Claro, si van al templo de San Pedro Apóstol, ubicado en la alcaldía Cuajimalpa, donde desde el año pasado regresó la corretiza a los judas y su posterior colgada en el atrio, tras haber sido suspendida por dos años debido al otro Judas: el Covid-19, que no dejaba títere con cabeza.
En esos días de la Semana Mayor, mientras muchos reflexionan en las barbaridades que han cometido durante todo el año como es, por ejemplo, en el caso de los gobernantes de todos los niveles, hay mexicanos que en ejercicios de salud mental, consideran que el hecho de que fueran quemados vivos decenas de migrantes en Ciudad Juárez, Chihuahua, habla de inhumanidad, negligencia, ambición, desprecio, desconocimiento y crueldad de parte de quienes tenían a su cargo el asunto.
Pero ya se observa que realmente en nuestro país la frase “no pasa nada” la distribuyen por toda la República cuando le conviene a quien manda.
Pues bien, en este año, esperamos que quienes acudan a esa ceremonia que da fin a la Semana Santa, disfruten, sobre todo de los llamados “Judas Vivos” (en el gobierno hay un buen número) que, en el caso de Cuajimalpa, llevan a la gente a disfrutar de buenos momentos.
Ellos visten trajes largos rojos y capa, portan máscaras y largos látigos y, a petición de los visitantes, reparten latigazos. Hay quienes son masoquistas y se los piden, pero también están aquellos a los que les toca de refilón.
El asunto es que las corretizas están a la orden del día, hasta que los atrapan y como el que la hace, la paga, cuelgan a los denominados “Judas Vivos” frente a todos los asistentes.
Y allá por un ojo de agua que hay en la alcaldía, están los “aguadores”, que no son otros que habitantes del lugar, quienes recorren las calles repartiendo entre las personas el vital líquido para calmar la sed por el terrible calorón de abril.
Además, durante la ceremonia de la Misa del Fuego Nuevo, son bendecidos los ramos de manzanilla, esa planta que tantos beneficios ha traído al ser humano, misma que es repartida entre los asistentes.
Posteriormente, se lleva a cabo la quema de uno o dos Judas de Cartón gigantescos.
Como se sabe, Cuajimalpa está ubicada al poniente de la Ciudad de México, hasta donde llegan miles y miles de personas, dicen que ya superaron el millón para presenciar la ceremonia.
Claro, sólo hay otra ceremonia de La Pasión que tiene un mayor número de visitantes. Sí, la de Iztapalapa, que es otro tipo de evento, aunque con el corte sumamente religioso.
Así que, si lo desea, puede acudir al templo de tezontle rojo que es el de San Pedro Apóstol, muy fácil de ubicar por su fachada colorada y porque de los muros cuelgan pinturas al óleo de vírgenes y santos.
Por cierto, en esta ocasión y por el bien de la comunidad en esa alcaldía, así como en Iztapalapa, habrá Ley Seca, lo mismo en otras: Magdalena Contreras, Venustiano Carranza y Tlalpan.
Que tenga usted una buena Semana Santa y un mejor Domingo de Resurrección.