Después de su triunfal regreso, Edmundo Jacobo renunció a la secretaría ejecutiva del INE. El funcionario, que fue removido de su cargo tras el decreto del ‘plan B’ de la reforma electoral y posteriormente restituido, dijo que dejará el instituto el próximo lunes 3 de abril, y se irá junto al consejero presidente, Lorenzo Córdova. “Mi renuncia es irrevocable”, precisó.
“Demostré que tenía razón y con eso me basta”, con el rostro en alto.
Enfático, señaló que el diseño institucional que el INE procuró fue roto por actores políticos con la llegada de la reforma electoral.
“Hicieron de la operación técnica, necesariamente imparcial, parte del debate político”, acusó Molina.
El funcionario dijo que esta situación lo obligó a salir “a la defensa” de las instituciones electorales, para explicar las virtudes del INE y los riesgos del ‘plan B’ de la reforma electoral.
Afirmó que tras los juicios, “iniciaron ataques mentiras sobre mí y mi trayectoria, incluso desde las conferencias que encabeza el Presidente se ha incluso señalado que tengo tres décadas, es evidentemente una falsedad.
“La notoriedad que sin buscarla he adquirido constituye un impedimento para mi punto de vista para continuar desempeñando con discreción las actividades de la Secretaría Ejecutiva”.
Jacobo Molina agradeció a Lorenzo Córdova, consejero presidente, así como a Leonardo Valdés Zurita, expresidente del IFE con quien comenzó a trabajar en la institución.
“Me voy tranquilo, tengo más de 14 años coordinando esfuerzos de la institución, y con cuentas claras”, aseguró.
El funcionario dijo que su renuncia es irrevocable, ya que no le anima preservarse en una institución, sino la defensa de la ley. Además, dijo que, a diferencia de quienes tildaron su actitud y lo acusaron de querer quedarse durante años en el mismo cargo, el “compromiso con el INE es defender un patrimonio construido a lo largo de tres décadas”.