Sindicatos y organizaciones gremiales de Francia se movilizarán este miércoles como parte de una nueva jornada de protestas contra la reforma al sistema de pensiones impulsado por el presidente Emmanuel Macron.
La protestas se llevarán a cabo en gran parte del territorio francés, el mismo día en que siete diputados y siete senadores deben consensuar un texto único para la reforma, un paso clave de cara a su posible adopción el próximo jueves.
Pese a las movilizaciones del pasado 7 de marzo que convocaron a más de tres millones de personas, el Gobierno galo se ha mantenido firme en su propósito de reformar el sistema de pensiones.
Desde la Confederación General del Trabajo en el sector de minas y energía, advirtieron que analizan endurecer durante la presente semana las medidas de fuerza.
En este sentido el secretario general de la organización sindical, Sebastien Menesplier anunció que las próximas medidas podrían ser recortes selectivos en los servicios de gas y electricidad.
Los trabajadores del aseo se han unido a las huelgas y movilizaciones contra la reforma jubilatoria, por ello han dejado de recolectar alrededor de cinco mil toneladas de basura en la capital francesa, París.
La huelga de basureros afecta también a varias ciudades grandes (Nantes, Rennes y Niza) y medianas (Montpellier, Le Havre, Saint-Brieuc y Vallauris), pero es en París donde ha tomado más protagonismo debido a sus evidentes ramificaciones políticas.
Dos de cada tres franceses se oponen al plan de Macron de aumentar la edad de jubilación a 64 años para 2030 y de adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años para cobrar una pensión completa.
El pasado sábado, el Senado francés aprobó la reforma de pensiones con 195 votos a favor y 112 en contra a pesar de las multitudinarias protestas en contra de la misma, en las cuales se han reportado enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas policiales.
El proyecto de ley que busca imponer además el aumento del período de cotizaciones y la eliminación de regímenes especiales de jubilación es impulsado por el Gobierno del presidente Emmanuel Macron con la justificación de resolver el desequilibro de las jubilaciones. (Telesur)
