CAEN ÍNDICES DE PRECIPITACIONES PLUVIALES EN MÉXICO

  • La lluvia alcanzó sus máximos niveles el siglo pasado en el norte del país y descienden: en Chihuahua hasta 50 por ciento y en Nuevo León entre cinco y 20 por ciento con respecto a su máximo histórico
  • Aunque no se le puede atribuir todo al efecto de El Niño, se prevé sequía para la primavera durante los meses de marzo, abril y mayo con condiciones más calientes y secas
  • El Valle de México podría estar en la antesala de una sequía prolongada, advirtieron especialistas del ICAyCC de la UNAM

Con registros y datos científicos que datan de 1950 a la fecha, que han otorgado herramientas para el análisis de un periodo accesible de 73 años, se reveló que México tiene ya problemas de precipitaciones pluviales, consideró Benjamín Martínez López, investigador del Grupo de Cambio Climático y Radiación Solar del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la UNAM.

“No tenemos en México muchos sitios donde la lluvia vaya al alza, por ejemplo, hay algunas partes del estado de Morelos que tendrían una curva cóncava hacia arriba; pero prácticamente el 92, 93 por ciento de todo el territorio tiene un comportamiento que, -subió, llegó a un máximo histórico-, y comenzó a bajar, es decir cóncavo hacia abajo”, explicó.

Al intervenir en la conferencia de prensa remota “El fenómeno de El Niño y sus impactos en México”, Martínez López indicó que de 1950 a los años 80 creció la lluvia, alcanzó índices máximos y empezó a disminuir, en particular en el norte del país, lo que ya representa aseguró “una disminución en Chihuahua, con entre 45 y 50 por ciento, y en Nuevo León entre un cinco y veinte por ciento con respecto a sus máximos históricos”.

Agregó que esa idea de que el sur de México sería pródigo en agua, está bajo análisis y podríamos tener alguna complicación; en la zona centro es una franja de transición con incertidumbre; no obstante, hay que tomar en cuenta las observaciones científicas: “no vaya a ser que tengamos años de sequía, uno tras otro, tales que se pase de un periodo histórico húmedo, a un periodo histórico seco, y ni siquiera nos dimos cuenta”.

Benjamín Martínez aseguró que las condiciones más secas de lo normal han imperado en algunas regiones de México por el efecto de La Niña, mismas que se han mantenido por prácticamente tres años. Se espera en el corto plazo condiciones neutras que podrían generar algunas lluvias para ayudar a la recarga de acuíferos en la ZMVM.

“A largo plazo, la Ciudad de México tiene que empezar a prepararse para sequías prolongadas, no es nulo el riesgo de un fenómeno que dure varios años, es algo que ya ha ocurrido en el pasado, y debemos desarrollar los mecanismos para poder identificar si se está gestando para tener el tiempo suficiente para tomar medidas y hacerle frente a una emergencia como esa”, apuntó.

El investigador del ICAyCC, aclaró que: “si tenemos aguas más cálidas en el Pacífico mexicano, con las correspondientes condiciones atmosféricas favorables, se podrían generar más tormentas y huracanes que podrían ayudar a la recarga de las presas del centro y sur de nuestro país. Ésto, sin embargo, es aún muy incierto”.

La Niña, El Niño

Alejandro Jaramillo Moreno, del Grupo de hidroclimatología tropical del ICAyCC, mencionó que los fenómenos de La Niña y el Niño, son fases opuestas de un mismo fenómeno: “La Niña corresponde a la fase fría del fenómeno, mientras que El Niño es la fase cálida. Ambos crean consecuencias opuestas como una especie de balancín. En algunas regiones El Niño tiende a secar el ambiente, mientras que La Niña tiende a generar más precipitación en la misma región. En otras regiones puede ocurrir lo contrario”.

“La complejidad de este fenómeno, es que La Niña generalmente seca el norte de México y vuelve el centro y sur del país más húmedo; con El Niño se invierte tal situación”, agregó.

El centro de México, añadió, es una región de transición por lo que la tenemos que mirar con lupa, para mirar los efectos que La Niña y El Niño traen. “Las condiciones en México de sequía se extenderán para la primavera, en los meses de marzo, abril y mayo, con un ambiente más caliente y seco”.

No obstante, dijo, la tendencia del calentamiento global, está por encima de La Niña y El Niño, por lo que debemos esperar temperaturas mayores, aunque los efectos locales del Cambio Climático son diferentes, por lo que hay que tener mucho cuidado con las interpretaciones.

En su oportunidad, Ignacio Arturo Quintanar, del Grupo hidroclimatología tropical del ICAyCC, destacó que no se le pueden atribuir todos esos cambios al efecto de El Niño: “la temperatura va al alza, se está calentado el país, y la precipitación es una variable más compleja”.

“La sequía en el país se ha tornado más drástica, no es que apretemos un interruptor a la atmósfera y ocurra, porque la interacción de ésta con la superficie es un proceso no lineal, que es importante estudiar”, aclaró.

Si uno intenta ver la información de las presas, comentó, por lo de las sequías, encuentra muchas barreras, debido a que los datos no están ahí. No deben tomarse consideraciones políticas por encima de las técnicas, es necesario “poner orden en la información y que se transparente, que sea verificable para el beneficio de todos”, finalizó.

 

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