ALBERTO F. MENA MALLEN
Los morenistas, los chairos y los adoradores de la secta de la 4T, defienden lo indefendible, ya que después de algo grave, como el último accidente del Metro, salen con todo a favor de la que se dice jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien anda en dos chambas a la vez, por lo que no atiende adecuadamente ninguna de las dos, pero no defienden a las víctimas ni a los heridos, es decir, politizan los temas a como dé lugar.
Le responden a quienes quieren evitar que la 4T no prospere y para ello utilizan argumentos que han reiterado desde hace 4 años en voz del morenista mayor, en el sentido de que: “el país atraviesa una temporada electoral, con lo que la oposición se aprovecha para desprestigiarla”, y agrega que se dará a conocer todo “sin ocultar nada” ya que pudo ser una falla eléctrica, falta de mantenimiento o un acto premeditado”. Pero del accidente de la L-12, aún no se determina, por ejemplo, la responsabilidad de Florencia Serranía, ex directora del Metro.
Para rematar, el presidente con un lenguaje que siempre ha utilizado, destacó que se “alborotan los zopilotes, porque no se puede traficar con el dolor, eso es enajenación, es no tener escrúpulos morales de ninguna índole”, cuando en las notas solo se destacaron los hechos que se presentaron en el accidente.
Sus adoradores y gobernadores, luego de que se dan hechos como el del pasado sábado de enero, salen a defender a la de cola de caballo y priorizan este motivo, en lugar de solicitar el esclarecimiento del accidente o de pedir sanción contra quienes tengan alguna responsabilidad en ello. Ya hubo un culpable, despidieron al subdirector de operaciones del Metro.
Y se enojan porque los críticos hablan con hechos de la realidad, pero al argumentar a favor de sus compañeros, buscan la manera de desviar la atención con puntos siempre positivos y nunca con una autocrítica, a lo que no están acostumbrados, ya que desde arriba frecuentemente destaca que todo está “muy bien”, aunque el país se caiga a pedazos en materia de violencia, de educación y salud y ellos tienen que seguir la misma línea de que estamos todos muy felices con la 4T.
Siempre acusan con calificativos pero nunca hablan de los costos que se tienen en un accidente, como el último del Metro, donde se tienen que pagar hospitales, ambulancias, parar la movilidad o ajustarla con autobuses que cuestan, al no tener en funcionamiento el tren subterráneo, salarios, combustibles, indemnizaciones, gastos médicos de todos los involucrados en el sistema de salud, entre otros, donde no incluyen las erogaciones que tienen que realizar por su parte los afectados, ya que siempre hay problemas de atención a las personas que lo requieren.
Y menos de las personas que mueren o se queden inválidas, quienes al quedar en esas condiciones, las familias tienen que cambiar su vida para ajustarse a nuevas realidades a las que el gobierno los mete por negligencia, desinterés o porque andan en otros asuntos que no les corresponde como sucede con “la Shein” que deja el changarro en manos de sus subalternos, mientras ella gasta millones en giras y publicidad. Se desconoce de dónde salen estos apoyos, aunque El Rey del Cash, ya dio un panorama de dónde sacan los recursos. Sheinbaum ya declaró que estará de tiempo completo atendiendo estos asuntos.
Igualmente hay que considerar los costos que implica el sistema de transporte alterno que se coloca en vez del Metro, y que provoca grandes retrasos para la población, la que tiene que sufrir las incompetencias de un gobierno que busca el “bienestar” de los mexicanos con sus acciones en favor de la población, pero, de la ya tan famosa austeridad, nada mencionan, circunstancias que tienen que señalar los críticos al gobierno para que la población se entere de que este es un fenómeno que está impactando en la vida pública de México.
“Si todo fuera fácil, cualquiera lo haría”, dicho que le queda a la jefa de gobierno de la Ciudad de México, puesto que es la gobernante que más muertos ha tenido en su administración por accidentes en el Metro, por negligencia y tal vez por ahorros franciscanos decretados por el rey de palacio y aún faltan casi dos años para terminar, por lo que no sabemos que nos deparará el futuro en esta materia, y que, además de servir al amo, anda en otra chamba de pre, pre, pre, candidata de Morena a la presidencia de la República; es decir, anda abarcando mucho y apretando poco, otro dicho que si le queda.
Aunque defiendan lo indefendible, hay hechos que se denuncian como el de Isabella, en Twitter, el pasado 28 de diciembre, con copia al Metro, al gobierno capitalino y a la propia regenta de la ciudad que señala: “Saliendo del Metro La Raza a Potrero (dirección Indios Verdes), hay un tramo de la vía que siente flojo (escuché y sentí el desperfecto). ¡¡Pongan atención!!, en la estación me dijeron que llevan tiempo reportándolo, sin obtener respuesta”. Y enseguida dijo: “Mejor prevenir que lamentar. No esperen que haya otro accidente para poner atención. Espero su pronta respuesta”. Estos mensajes se publicaron desde semanas antes del accidente, por diversos usuarios que se quejaban sobre todo por la lentitud del servicio.
Mientas, los hechos y las especulaciones que siempre se dan coinciden en que no hay el mantenimiento adecuado a las instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo, lo que es negado reiteradamente por las autoridades al afirmar que hay incrementos en el presupuesto. Fernando Espino, titular del sindicato del Metro, destacó que se requiere de un presupuesto especial exclusivo para el mantenimiento, petición que tiene tiempo que se solicitó.
Son frecuentes los accidentes, siniestros, inundaciones y desperfectos que se presentan en este sistema de transporte, lo que ha hecho deducir a muchos trabajadores del Metro, entre otros, que hay una grave falta de mantenimiento en las instalaciones del mismo, en contraparte, las autoridades insisten y reiteran en que no es así, lo que contrasta con la realidad, donde se muestran imágenes del estado de las instalaciones y donde una tercera parte del parque vehicular está descompuesto.
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