El viaje de la fragata Almirante Gorshkov, el primer buque ruso equipado con misiles hipersónicos Tsirkon, demuestra que Rusia mantiene su capacidad militar a pesar de las sanciones internacionales y pone «en aprietos» a Occidente, coincidieron analistas en materia de defensa consultados por Sputnik.
Rusia anunció que el Almirante Gorshkov emprenderá un viaje a través del mar Mediterráneo y el océano Atlántico para culminar en el océano Índico. Según explicó el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, el viaje tiene como objetivo el entrenamiento de tripulaciones en el uso de armas hipersónicas, así como «contrarrestar las amenazas a Rusia y mantener conjuntamente la paz y la estabilidad regional con los países amigos».
En diálogo con Sputnik, el analista peruano Martín Manco, experto en temas de Defensa, valoró la importancia militar de la fragata, que por sus características de furtividad «reduce la firma de radar naval», pero que tiene como principal novedad el uso de los misiles hipersónicos Tsirkon, que según Moscú pueden alcanzar una velocidad de Mach 9, es decir, nueve veces la velocidad del sonido, con un alcance máximo de 1.000 kilómetros.
«Definitivamente no son misiles que tengan otras potencias, o si los tienen no lo sabemos», destacó el analista.
También consultado por Sputnik, el politólogo argentino especializado en temas militares Juan José Roldán destacó que los misiles Tsirkon superan en alcance y velocidad a los Kalibr, los más utilizados hasta ahora por Rusia.
Manco recordó que el país gobernado por Putin ya ha utilizado misiles hipersónicos en Ucrania para atacar objetivos militares. En esos casos, apuntó el analista, este tipo de misiles demostraron «que son inalcanzables» y, por tanto, «no son fáciles de derribar». «Actualmente, no existe un método eficaz contra un misil hipersónico», resumió.
En ese sentido, especuló con que su utilización redundará en el paulatino desarrollo de nuevos sistemas de defensa. «Se va a generar un nuevo sistema de defensa por medio de impulsos láser que puedan alcanzar a los misiles hipersónicos, ya sea usando satélites o puestos de tierra», pronosticó.
Según Manco, la botadura del Almirante Gorshkov «es una llamada de alerta a las potencias occidentales», en un contexto que el experto definió «más que una Guerra Fría, yo diría de ‘Paz Caliente’, porque es una paz entre comillas que va subiendo cada vez más su temperatura». En el mismo sentido, Roldán consideró que el buque «demuestra la capacidad de despliegue de la Armada Rusa en otros escenarios por fuera de sus mares interiores».
El también politólogo argentino Alberto Hutschenreuter añadió, consultado por Sputnik, que el Gorshkov demuestra que Rusia, «a pesar de la guerra y las sanciones, mantiene vigente sus capacidades estratégicas, pues el sistema de misiles que porta implica condiciones de rango intercontinental».
Manco coincidió en que Rusia logra dar «una muestra de que su poderío, capacidad y tecnología militar todavía subyace a pesar de las sanciones y las armas que Occidente ha entregado a Ucrania».
Hutschenreuter, en tanto, señaló que «el despliegue y las características del buque están asociadas al nivel estratégico del conflicto entre Rusia-Occidente, el principal «anillo» del conflicto que tiene lugar en Ucrania». Además, apuntó que el buque realizará operaciones en el océano Índico, «una de las placas marítimas más sensibles del globo».
Manco y Roldán coincidieron en que los misiles con los que cuenta la nueva fragata le permiten atacar «grandes buques» e hicieron énfasis en que su arsenal puede ser particularmente preocupante para portaviones. Roldán recordó que este tipo de embarcaciones son las que «permiten el despliegue de OTAN en el Atlántico Norte», por ejemplo.
Por ese motivo, Manco advirtió que el desarrollo de este tipo de misiles por parte de Rusia «pone en cierto aprieto a la flota de Estados Unidos, especialmente a sus portaviones, que es lo que a los estadounidenses más le interesa» y que no poseen en la actualidad un sistema de defensa efectivo contra este tipo de misiles.
Para el experto peruano, el buque Gorshkov «podría desequilibrar la balanza naval», ya que posee una envergadura tal que «es capaz de poner a cualquier portaviones estadounidenses en situación de riesgo».
Roldán dijo además que el viaje de la fragata Gorshkov es «una oportunidad ideal» para continuar probando la «nueva capacidad brindada» por los misiles Tsirkon. Además, recordó que en la actualidad Rusia cuenta con otra fragata como la Gorshkov, la Kasatonov, y espera el final de las pruebas de otra, la Golovko. Al trío deberían sumarse otras cinco en construcción, complementó.
Información y foto: @Sputnik