Las élites dieron el golpe de «estado blando» contra Castillo, afirma AMLO

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador acusó que la destitución y posterior detención del expresidente de Perú, Pedro Castillo, fue un “golpe de estado banco” generado por las élites y confirmó haber recibido la llamada para darle asilo por lo que habló con Marcelo Ebrard y ordenó que le abrieran la puerta de la Embajada mexicana, pero ya la habían bloqueado sus adversarios.

Lamentó la detención del exjefe de Estado peruano, Pedro Castillo, quién anunció la disolución del congreso de su país a solo horas de la votación de vacancia en dicha instancia, la cual fue aprobada tras su determinación.

Señaló que Castillo «fue víctima de acoso y confrontación» y que «no aceptaron sus adversarios, sobre todo las élites económicas y políticas de ese país el que él gobernara (…) Una vez me comentó que cuando caminaba por Lima había señoras que cuando pasaba se tapaban la nariz; muy ofensivo. Nosotros hemos padecido de ese racismo que no se debe permitir en ningún lugar del mundo», expresó.

El presidente recalcó que a Castillo «lo fueron debilitando hasta que lograron destituirlo, pero es la decisión que tomaron estas élites. Yo no creo que sea mejor para los pueblos, lo lamento mucho por el pueblo de Perú porque es mucha inestabilidad cinco presidentes en seis años. ¿Quién sufre? el pueblo, todo por los intereses de las élites».

Señaló directamente a la excandidata Keiko Fujimori y al escritor ganador del Nóbel de literatura, Mario Vargas Llosa.

Durante su conferencia de este jueves, señaló que «lo que me imagino es que ya tenían todo para destituirlo. Imagínense el precepto legal, ‘incapacidad moral’. Está en la Constitución, y cuando me imagino ya que cuando siente que lo van a destituir toma una decisión de desaparecer el Congreso, pues eso es lo que precipitó su destitución, y además les dio el argumento, entre comillas, porque se vuelven muy constitucionalistas, muy respetuosos de la legalidad para destituirlo».

Confirmó que Castillo le solicitó asilo político en la embajada de México en Perú, señalando que el mismo le solicitó a su secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, que le dijera al embajador que «abriera las puertas de la embajada con apego a nuestra tradición de asilo, pero al poco tiempo tomaron la embajada con policías y también con ciudadanos, y él ni siquiera pudo salir, lo detuvieron de inmediato».

«Son golpes blandos, ya no es la intervención militar, ya es ir con el control de los medios de información, que los manejan los oligarcas de los países, e ir socavando autoridades legal y legítimamente constituidas, más si se trata de gente surgida del pueblo, o si quiere hacer algo en beneficio del pueblo y no pertenece a las élites. Van implementando campañas de desprestigio, magnificando errores que se cometen, y siguen siendo los medios instrumentos para manipular y justificara actos contrarios a la democracia», planteó.

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