China comenzó a reactivar sus inversiones e intercambios comerciales con América Latina y augura que los volúmenes comercializados se incrementen en los años siguientes, algo que podría ser clave en la disputa comercial que el gigante asiático mantiene con EU, dijo a Sputnik el analista argentino Germán Mangione.
El experto, periodista y director del Observatorio de Actividad de los Capitales Chinos en Argentina y América Latina, destacó la importancia de la reciente visita del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, a China. «Es el primer mandatario en llegar a China después del último congreso del Partido Comunista de China (PCCh), lo que muestra la importancia de la región para el gigante asiático», apuntó.
En efecto, la relevancia comercial que la región tiene para China se evidencia también en las negociaciones para un Tratado de Libre Comercio (TLC) con El Salvador y Uruguay, por ejemplo y en el hecho de que la región sea «el segundo mayor destino para la inversión extranjera de China, con más de 2.700 empresas de capital chino operando en la región».
Por si fuera poco, el analista consignó la importancia «geopolítica» que América Latina ha cobrado para el país asiático «ante la agudización de los factores de guerra y de enfrentamiento con Estados Unidos».
En opinión de Mangione, Pekín no está apostando tanto por un cambio en la estrategia comercial con América Latina sino más bien «retomar algunas líneas de inversión y comercio trazadas anteriormente, que se vieron mermadas en algunos casos por la pandemia y los problemas económicos internos chinos».
«En un mundo que, ante un nuevo escenario de agudización de los conflictos entre las grandes potencias, de guerras abiertas, se empieza a orientar en sentido contrario al multilateralismo y el libre comercio pregonado por China, lo que da la sensación es que el gigante asiático intenta no perder los lazos construidos con nuestros países a manos de la avanzada de Estados Unidos en la región», explicó el analista.
A pesar del relanzamiento de las relaciones comerciales, Mangione desestimó que América Latina logre modificar «la lógica de exportar materias primas desde nuestra región e importar bienes industrializados desde China».
En efecto, mientras países como Cuba o Argentina han firmado acuerdos para recibir inversiones en infraestructura ferroviaria, China se ha centrado en adquirir materias primas e invertir «en infraestructura para sacar la producción de la región al menor costo posible».
Si bien esto no es novedoso, para Mangione sí existe un elemento innovador en las relaciones comerciales entre el gigante asiático y América Latina: los intercambios parecen incrementarse en el marco de una estrategia china para «desacoplarse de EU».
En ese sentido, el analista mencionó el ejemplo del maíz, cuyo principal proveedor a China es EU. «Este mes China ha acelerado la eliminación de las últimas barreras fitosanitarias con Brasil para poder importar maíz, lo que seguramente redundará en mayores flujos desde el país latinoamericano y menor dependencia con el maíz estadounidense», apuntó.