Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Seguramente los profesionales de la demoscopía tienen una bola de cristal que les revela el “universo” consultado para sus encuestas. Generalmente se informa que “la consulta fue robusta”. Se entrevistó a 2 mil personas.
Y hay otras, como la que presuntamente realizó el INE y le preguntó, vía telefónica, a 400 personas.
En el primero de los casos, la duda me corroe. En un país con 96 millones de votantes, 2 mil 471 municipios y 32 capitales ¿cómo puede ser confiable la respuesta de 2 mil personas?
Ese número de ciudadanos, por regla, son consultados telefónicamente y la pregunta siempre está dirigida a una respuesta única: sí o no.
Si las encuestas profundizaran y dieran oportunidad de responder con argumentos, los resultados no serían los que hoy se nos presentan.
Concediendo sin aceptar que en las campañas electorales los ciudadanos conozcan cuando menos de nombre al o la candidata a diputada federal, es posible suponer que la respuesta del sí o el no conlleve a un resultado cercano a la realidad. Sin embargo, la forma de cuantificar, la metodología seguida, solamente la entienden los demoscópicos.
Cuando leo en El Sol de México que la reforma electoral propuesta por el presidente de la República cuenta con ¡98%! de respaldo, en verdad me sorprendí.
De entrada, porque dudo mucho que a ciudadanía en general haya leído siquiera de pasadista la iniciativa. Sin conocerla y solamente por los mensajes mediáticos que emite un día sí y el otro también el mañanero de Palacio Nacional y que secundan todos y cada uno de sus acólitos más sus fanáticos como la panacea para “que no se comentan más fraudes electorales”, es imposible ofrecer una respuesta que tenga sustento y por tanto validez.
Hablar del “respaldo ciudadano” en base a 400 entrevistas es una falta de respeto a los ciudadanos, los otros, los forman l 99.99.99 del universo electoral.
Si resulta cierto que el INE realizó la miniencuesta, hay que preguntarle al consejero presidente y a los otros 10 consejeros, en qué estaban pensando. Si se trata de un ejercicio serio, el número de consultados debió ser mucho mayor a los 2 mil que presumen los demoscópicos de “robusta” y no quedarse en 400.
¿Cómo se evalúa?… ¿cuántas opiniones representa una persona que responde las preguntas?… ¿es posible multiplicar 2 mil entrevistas hasta llegar al universo de 96 millones?
Sinceramente la duda crece.
Me han llamado infinidad de veces para solicitarme responder preguntas para una encuesta que realiza la casa “patito”. Jamás he recibido un telefonema de las empresas serias, las conocidas, las que se utilizan para lo mismo una elección popular o una evaluación dentro de un partido. Como y, supongo, habrá miles, porque de ahí no pasa, de personas que no respondan. ¿Cómo entonces con 2 mil o 400 entrevistas se considera cubierto el universo ciudadano?
Siempre se ha sabido que hay encuestas por “encargo” y como rifa el concepto de que “el que paga manda”, entones los números favorecen al que contrata, aunque no reflejen la verdad.
Un ejemplo claro es que desde Palacio Nacional se encargan de difundir que el presidente es “el segundo más popular del mundo” apenas superado por el premier de la India. ¿De dónde sacan los datos?
Conozco a centenares de personas con las que he platicado y no encontré más allá de tres o cuatro que aplaudan el gobierno de Andrés Manuel López. Y los que cuestionan y están arrepentidos de haber votado por él, no forman una cofradía de adversarios. Simplemente son ciudadanos que entienden lo que pasa en el país y viven las crisis recurrentes de un cuatrienio: económica, sanitaria, educativa, laboral, de seguridad y violencia, entre otras.
Hay encuestas serias en las que se plantean hasta 20 preguntas y las que difunde el Gobierno y sus acólitos solamente toman las respuestas positivas a las acciones realizadas. Por ello, cuando uno las lee con detenimiento, encuentra que, en seguridad, salud, empleo y economía, el presidente está reprobado. Pero eso no lo divulgan. Hay que hurgar con lupa las informaciones.
La duda prevalece: ¿los demoscópicos tienen bola de cristal con ábaco para saber con solo 400 respuestas que piensan 96 millones de ciudadanos? Son menos de los diputados federales y apenas 272 más que los senadores.
No, definitivamente, no hay confianza en este tipo de encuestas.
¿Usted las cree? Yo no.
E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, Twitter: @jesusmichelna, Facebook: jesus michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón, en el 760 de AM.