Al defender su cruzada contra la corrupción y que busca purificar la vida pública, el presidente de México rechazó que su gobierno perseiga al dirigente nacional del PRI.
Acusó a los abogados del político campechano de haberse portado altaneros y agresivos con los agentes de migración que detuvieron a su cliente durante su regreso de Estados Unidos, ocurrido hace tres días.
El mandatario dijo que en México hay libertad de expresión por lo que se pueden realizar denuncias como las del dirigente tricolor “y nunca va a ser molestado en nada”.
“Los asuntos judiciales pues eso los ven las autoridades competentes, no es un asunto mío, yo cuido de que nadie sea perseguido, maltratado, siempre he dicho no es mi fuerte la venganza, no odio, entonces, estoy contribuyendo como muchos a que limpiemos de corrupción nuestro país, que se purifique la vida pública de México, eso es lo que estoy haciendo”.
Explicó que cuando Moreno Cárdenas regresó de Europa –en donde expuso ante la ONU la presunta persecución que tiene la 4T en su contra— “en Migración por una denuncia presentada por la Fiscalía de Campeche y de acuerdo a la ley tienen que hacerle unas preguntas, incluso firma lo que contesta y él firmó la primera vez y le llevaron el documento, lo vio, lo firmó, dijo que estaba bien”.
E informó que “ayer, me entregaron el informe de lo que sucedió, lo mismo, creo que tardó 20 minutos y habían tres abogados, incluso el agente que lo atendió, o quienes lo atendieron, se quejaron de la prepotencia de los abogados, de insultos y todo, y se portaron pues de manera responsable, no cayeron en ninguna provocación, pero no hay que reprimir, censurar a nadie, y no pasa absolutamente nada”.
El presidente manifestó que lo que cuenta es que se actúe con rectitud.
“Que tengamos autoridad moral y que le tengamos confianza al pueblo, a la gente, es que no quieren aceptar, se niegan a aceptar de que el pueblo es sabio, que el pueblo es inteligente, tienen en la cabeza la idea de que el pueblo es tonto y manipulable”, aseveró.
