La “Voz de América”

Punto de Vista

Por Jesús Michel Narváez

 

No, de ninguna maneara se trata del programa radiofónico que tiene la Organización de las Naciones Unidas. Tampoco se refiere a Sandro, el argentino que “movió” a las juventudes durante tres décadas.

Ni siquiera se ubica un público masivo que ovacione la noticia de que próximamente se presentarán en concierto las “Divas” de la Canción Latinoamericana.

Esta ocasión es la voz de un solitario que habita en un Palacio conocido como Miraflores y que ha estado ocupado desde hace 25 años por aquellos que declararon “yo ya no me pertenezco… pertenezco al pueblo”.

Una voz que traspasa las fronteras por sus atropellos, saqueos de las arcas públicas -depósitos hechos en Irán y Turquía, según reportes periodísticos y de autoridades de Estados Unidos-, aplicador despiadado de la represión y cuyas acciones le impiden entrar a Estados Unidos porque hay orden de aprehensión en su contra.

Sí, es la voz de Nicolás Maduro. Siempre engolada. De suyo, irritante, la que se levanta para erigir al presidente de México como “el líder de América Latina”.

Y la sobada al ego nol “humilde”,  lo hace tomar el celular y enviar el mensaje de agradecimiento. Y de pasada, para recordar a los “luchadores sociales, honestos, idealistas” que gobiernan Argentina, Bolivia, Brasil y Chile. Omitió a quienes son mandatarios de Perú, Nicaragua y ¡Cuba!

A los que mencionó, los tiene en sus nichos de honestidad -¿valiente?-, de atención a “los pobres” -Venezuela, Bolivia y Argentina se suman a las naciones con mayor número de pobres, además de México, por supuesto- y remató con la letanía: vamos a poder vivir libres de miedos, de temores, pero lo más importante, vamos a estar muy bien con nuestra conciencia, nos vamos a sentir muy felices y eso es lo que debemos de buscar”.

Es decir, no se trata de que los pobres sean felices, sino que quienes los gobiernan tengan la conciencia tranquila y ellos sí, vivan libres y felices, felices, felices.

Dos golondrinas no hacen verano. Y el destinatario de los mensajes de elogio desmedido, solamente recibió dos comentarios por su “valeroso discurso ante el presidente Biden”. Maduro, por supuesto y Jean-Luc Melenchon, el derrotado por el “conservador” Emmanuel Macron.

Nada más sería orgullo para México que tener a un presidente líder de la región.

La pena y no es ajena: no lo tenemos.

Quizá en un pasado casi remoto, el actual cuatroteista, lo habría sido. En los tiempos en que desde el mundo ya desarrollado calificaba a cuando menos una docena de países del Hemisferio Occidental de “bananeros”.

O quizá porque nació en Tabasco, en donde los plátanos son representativos por su elevada producción e incluso exportación, suponga que el resto de México es Tabasco y la región, a partir de Guatemala y hasta la Patagonia, exceptuando a los democráticos, es Macuspana.

Bueno, son hipótesis de fácil comprobación.

Si bien dos golondrinas no hacen verano, en la mente de quien recibe los elogios, bulle el sentimiento que lo lleva a decir: “Ya ven, soy el líder, la voz de América”.

Y el coro se escuchará hasta en el desierto de Atacama… en donde por cierto mínimo número de personas llegan por esos lares chilenos. Solo los científicos se aventuran.

Vaya, pues. El que se siente adorado por “todos” a los que “representa”, debería ser el “líder de los mexicanos”. De todos. No solamente de los pobres que, seguramente, tienen dudas de la fidelidad hacía el iluminado, pero se las aguantan.

La Voz de América… el programa de radio, sí es líder en la región.

E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, Twitter: @misionpolitica, Facebook: Jesús Michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por el 760 de Amplitud Modulada

 

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