Administrador del Tiempo…

Punto de Vista

Por Jesús Michel Narváez

Siempre hay un fondo político y en el caso de la denuncia en contra de Enrique Peña Nieto solamente hay un mensaje: saca las manos de la elección en el Estado de México y la paz te acompañará.

Reconocer que Andrés Manuel López es el administrador del tiempo, desplazando a Cronos, no elogiarlo. Es admitir que en su retorcida mente solamente está la adquisición del tiempo para seguir como el iluminado que llevará a sus pobladores al Paraíso … con enormes llamas y miles de pequeños satanes que adoran al belcebú mayor.

Nadie ignora el presunto pacto entre el expresidente y el sucesor. Todos hablamos y escribimos de esa relación sin tener en la mano un documento que, sin duda, no existe y que se elaboró a la “palabra” a cambio de la información que sobre ambos tienen cada uno.

Ignorar que Peña Nieto tenía a un satansito a su lado y cuyo nombre afloró en las declaraciones de Emilio Lozoya sin causarle el mayor rasguño, es no conocer los alcances intelectuales ¿de perversidad o inteligencia?, de Luis Videgaray Caso y que seguramente hizo uso de los sistemas de inteligencia del Gobierno mexicanos, muy probablemente Pegasus, para obtener, no en la elección sino desde año atrás, los datos sensibles de Andrés Manuel. 

Y dejar al ahí se va lo que sabe el actual presidente de México de su antecesor, es negarle el talento de la maldad que lo caracteriza.

¿Qué se saben ambos de cada uno?

¡Mucho!

El fondo es político no económico. Después de los señalamientos, sin pruebas o evidencias de peso, que se hicieron y se hacen de la corrupta administración de Peña Nieto, se habría esperado que, en la guerra contra la corrupción emprendida por el tabasqueño, sería el primero en caer para “dar el ejemplo” y hacer que sus excolaboradores cantaran en Do de Pecho sin ningún esfuerzo.

No ocurrió así. Y por eso se presumió y presume de la existencia del pacto y no precisamente de caballeros sino de políticos.

Incluso López ha dicho públicamente que respeta a Peña porque no metió las manos en la elección que ganó por amplia e histórica votación.

Dejarlo tranquilo, que disfrutara de sus presuntas riquezas y vivir a cuerpo de rey en las zonas más espectaculares, elegantes y costosas de Madrid, tenía un propósito: que no se metiera en las elecciones del Estado de México.

Hay filtraciones, por lo menos en lo personal no logré confirmarlas, que hace unas semanas hubo una reunión de exgobernadores del Estado de México con Peña Nieto y en la cual se examinó la necesidad de cerrar filas para impedir que Morena gane la elección. De lo que se ha dicho e insisto sin corroboración, es que Alfredo del Mazo no tendrá ninguna injerencia en la elección del candidato de la Alianza Va Por México para elegir a su sucesor. Cierto o no, sin duda la versión fue investigada por el Centro de Información Nacional y seguramente recabó los “otros datos” que le fueron entregados al presidente López.

Haber oxigenado las transferencias bancarias que hizo “un familiar” del expresidente hasta por 26 millones de pesos y que haya sido Pablo Gómez Álvarez, titular de la UIF el que hablara en la conferencia matutina de ayer, debe entenderse como un “estate quieto” y te dejamos en paz el resto de este mandato.

No es imaginación. En la política no hay coincidencias. El presidente lo sabe. Y está consciente, por lo menos se presume, que sus acciones de gobierno distan mucho de tener satisfecha a la población. En términos políticos, sabe que la no-estrategia contra el crimen, el narco y la violencia, es un fracaso, aunque la defienda de dientas para afuera. La inflación le pega a sus “protegidos” -es el impuesto que lastima más a los que menos tienen- y que su plan para frenarla es otro fracaso. No puede ignorar el elevado número de mexicanos que forman parte de los “sin oportunidad” y viajan a Estados Unidos en busca de la oportunidad que en su país se les niega y por ello las remesas crecen, crecen y crecen.

¿Por qué exhibir el as con el rostro de Peña Nieto y no el de Calderón Hinojosa?

A Felipe lo trae a toallazos y espera el momento preciso para arrojarlo a la mesa de juego. Sin embargo, no hay prisa. No tiene grupo político que controle una entidad federal. Es un simple expresidente al que le achacan los vicios en inseguridad, homicidios dolosos, extorsión, aumento de sembradíos de enervantes, tráfico de precursores, corrupción entre policías y, por lo visto, de militares y marinos.

Tiene todo en contra y nada que lo encarcele. No todavía.

Peña, en cambio, es el jefe político en el Estado de México. Los exgobernadores lo colocaron en el pedestal a la muerte física de Alfredo del Mazo González y política de su padrino, Arturo Montiel Rojas. Sin la presencia de Carlos Hank González, el inexistente grupo Atlacomulco tiene a un solo líder al que le rinden y obedecen. 

Andrés Manuel lo sabe y por eso lo colocó en la picota. 

¿La llevará ante un juez para solicitar la orden de extradición?

Todo es posible y nada es seguro.

¿Qué as o ases tienen Peña y su satansito?

Seguro siguen en el juego. 

Empero, no entender que la exposición de ayer golpea la línea de flotación del exmandatario, es negarle a López la capacidad que tienen para administrar los 

tiempos político-electorales.

E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, Twitter: @misionpolitica, Facebook: Jesús Michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por el 760 de Amplitud Modulada

 

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