Atacado por un “psicópata” que le dejó el rostros desfigurado, el sacerdote Mateo Calvillo Paz, de la Arquidiócesis de Morelia, relató en una carta cómo ocurrieron los hechos. Y criticó la estrategia de seguridad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
La agresión se registró este domingo en Queréndaro, un municipio ubicado aproximadamente a 45 kilómetros de Morelia, Michoacán.
En la carta, el cura católico, encargado de la Comisión de Evangelización en Radio y Televisión de la Arquidiócesis de Morelia, refirió los hechos.
“Las cosas sucedieron en tres minutos. Fue un ataque profesional, me bloquearon el carro, me agredieron a golpes”, dijo el sacerdote.
El cura calificó a su agresor de “psicópata” y lo describió como un hombre “muy alto y fuerte, moreno, con entradas en el pelo”.
“Tenía en los puños un arma, se dirige a mí, abrió la portezuela de mi auto, me destrozó la cara, dejándola con hemorragias terribles. ¿El motivo? Era una psicópata, ellos no razonan ni tienen controles”, añadió.
Reconoció haber tenido suerte porque sólo fue golpeado y no lo mataron como a los dos jesuitas que fueron asesinados en junio pasado en la Sierra Tarahumara, en Chihuahua.
Calvillo explicó que tras el ataque buscó ayuda en la iglesia de la zona y fue atendido por su homólogo, Rafael Juárez, así como por el director de la clínica Asunción, el médico Gerardo Aguilar, donde lo atendieron “magníficamente”.
El sacerdote mencionó en su carta que este ataque ya “lo había presentido”, pues a todos nos puede tocar una agresión como esta.
“Me siento honrado de ser hermano de las víctimas de la violencia, inocentes, asesinados, heridos, despojados de sus pertenencias, expulsados de sus pueblos, de tantos muertos denunciados y de los no denunciados, de los hijos perdidos”.
Por su parte, el secretario de Gobierno estatal, Carlos Torres Piña, aseguró que el sacerdote Mateo Calvillo todavía no ha denunciado esta agresión en la Fiscalía General del Estado (FGE).