Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Con independencia de la decisión de los electores, cuyo valor se refleja en los votos, vale la pena informar u comentar que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordenó al Tribunal Estatal de Hidalgo revisar el daño que pudo causar la afirmación presidencial en torno a la “candidata” de la Alianza Va por México -Carolina Viggiano- que de ganar les quitaría a todos los adultos mayores sus pensiones y apoyo de programas sociales.
Lo expresó en una mañanera en plena campaña electoral.
El presidente López sabe que sus programas sociales, entre los que se encuentra la pensión universal, están blindados por la Constitución. Todos fueron elevados al rango y, por lo menos durante este gobierno, no serán desaparecidos, salvo que así lo ordene.
Con esta decisión, de la Sala Superior, Julio Menchaca, aunque haya recibido su constancia de mayoría que lo acredita como gobernador electo, la revisión a fondo que se instruyó tendría que ser ratificado o modificado antes del 15 de septiembre.
A nadie le debe quedar duda el peso de la palabra presidencial, aunque sea MENTIRA.
No imagino a una candidata o candidato opositor a Morena enarbolar una bandera que se quema son solo ondearla.
Realizar una campaña político-electoral conlleva la identificación de quien la realiza frente a los ciudadanos. Proponer o sugerir siquiera, que se acabarán las becas, las pensiones, los apoyo para los que menos tienen sería, al menos, suicida.
Los resultados en la elección del domingo 5 de junio, son de sobra conocidos. Según los datos del INE, el candidato de Morena “arrasó” a la de la Alianza por México. Muchos elementos se conjuntaron para, en principio, obtener la confianza ciudadana.
Probablemente uno de los que inclinaron la balanza a favor del aspirante del partido oficialista, haya sido la fractura, que no ha sanado ni sanará, entre el gobernador saliente Omar Fayad Meneses y el hoy deteriorado dirigente del CE<n del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas.
El diferendo llegó al clímax cuando Moreno expresó que el mandatario estaba de rodillas frente al presidente de la República y le servía de alfombra roja. Sus razones habrá tenido para hacer la afirmación.
Sin embargo, en pleno proceso de selección pareció un error oxigenar el choque, considerado por el círculo cercano a Fayad como “una hombrada”. Hasta el momento nadie asumió una responsabilidad por la falta de acción de apoyo a la candidata. A vistas luces, se advierte que gran parte de la estructura territorial no respaldo la decisión del Comité Ejecutivo Nacional.
Se olvidó que Moreno modificó los estatutos y le fueron aprobados por el Consejo Político no obstante restarle facultades a las Secretarías y en particular se arrogó el derecho de nominar a todos los candidatos a cargos de elección popular.
Simplemente el ahora blanco de críticas presidenciales, de exjefes del partido y de diversos actores políticos, hizo uso de sus prerrogativas y punto.
Sin duda un error no informar al virrey que, como en los tiempos idos, escucha “el virrey ha muerto, vida el virrey”. Mayor, el cometido por Fayad al exponer ser miembro de la Comisión de Elecciones y nunca fue enterado de la designación de Viggiano. No leyó los estatutos reformados.
Por lo pronto, la decisión, orden, de la Sala Superior tiene nerviosos a los ganadores. No significa que le quiten la victoria a Julio Menchaca. Implica que la mentira presidencial surtió efecto para los resultados.
La mentira también paga.
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