El coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal desestimó las acusaciones del líder del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas quien reveló que, en abril pasado, fue amenazado por el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, de que si no “jalaba” con la aprobación de la reforma eléctrica “se irán con todo” en su contra.
Entrevistado en Oaxaca, en el marco del cierre de campaña de Salomón Jara, Monreal Ávila consideró que lo que el presidente del PRI intenta con sus acusaciones “es vacunarse”, contra averiguaciones o investigaciones penales que están en curso.
El presidente de la Junta de Coordinación Política criticó que el líder priista haya grabado al senador Manuel Velasco quien era su amigo y que sólo intentaba, dijo, ser un “amigable componedor” para que no se crispara más el ambiente político.
“No sólo es acto ilegal, (la filtración del audio) sino que es una traición a la confianza de la amistad, cuando un político graba a otro político”, afirmó.
Tras aceptar que escuchó este audio, Monreal Ávila defendió a Manuel Velasco al considerar que en ningún momento se advierte alguna amenaza que haya hecho el senador del Partido Verde Ecologista de México por encargo del Secretario de Gobernación.
“Manuel Velasco es senador, no depende ni política ni jerárquicamente, del Secretario de Gobernación. Y el Secretario de Gobernación es incapaz de proferir o enviar amenazas a un dirigente político nacional”, puntualizó.
El senador Monreal lamentó que en la clase política se estén dando este tipo de actitudes porque consideró que se envía una mala señal, se pierde la honra y la confianza.
En este sentido consideró que la ley debe aplicarse en contra de todos los que han filtrado conversaciones para crear un clima de polarización.
“Yo fui opositor muchos años, prácticamente desde 1997, y fui espiado, perseguido, fui grabado ilegalmente, contra mí se inventaron denuncias y delitos; y yo deseo que no pase esto ahora que está gobernando la cuarta transformación. No me gusta el clima de polarización que estamos viviendo y esta grabación y esta difusión de un video, grabado por un amigo del que hablaba y que lo único que intentaba era ser un buen interlocutor y un amigable componedor de un desencuentro político; deja mal parado a quien grabó y deja mal parado el mensaje que a la clase política se envía”, señaló.
