El coordinador parlamentario de las y los senadores de Morena, Ricardo Monreal Ávila, aseguró que no se debe descalificar a Carlos Miguel Aysa González, quien puede ser un gran embajador.
Destacó que no hay impedimento de carácter jurídico legal que impida que esta persona tome protesta, sea aprobado y ratificado por el Senado, y pueda ejercer sus funciones de representación diplomática en este país.
Lo anterior, al fijar su postura en tribuna, a favor de la ratificación del nombramiento de Carlos Miguel Aysa González, como Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de México en la República Dominicana.
Monreal Ávila explicó que ya están agotados los procesos que el derecho diplomático establece, y que el país recipiendario otorgó el beneplácito a quien es nombrado embajador.
Señaló que el diferendo que existe en torno a este nombramiento es de carácter político, “en el que un partido, particularmente el PRI, se siente ofendido con uno de sus militantes que aceptó ser Embajador en República Dominicana, nombrado por el Presidente de la República”.
Aunque, agregó, también se sienten ofendidos por afinidad, otros legisladores de otros Grupos Parlamentarios.
Sin embargo, el líder de las y los senadores de la bancada mayoritaria subrayó que no hay diferendo jurídico, diplomático, constitucional, “es simple y sencillamente, un asunto de carácter político”.
Expresó que la discusión está “muy alejada, virulenta y me parece no sólo inadecuada, sino injustificada”.
Por eso, indicó, que su Grupo Parlamentario asumirá con toda responsabilidad, el hecho de que votaran a favor del nombramiento que el Presidente de la República ha hecho para que un embajador represente al país en la República Dominicana.
Ricardo Monreal se pronunció por que la razón recobre el comportamiento del alto nivel de la Cámara de Senadores, sobre todo de esta alta Tribuna del Poder Legislativo.
En este sentido refirió que, de casi cien nombramientos, 98 nombramientos de embajadores y cónsules que el Gobierno ha hecho, de distintos mexicanos y mexicana, el 80 por ciento ha sido aprobado por unanimidad.
El Senado, puntualizó, sólo está ejerciendo una facultad de control sobre el Ejecutivo, respecto de sus nombramientos como representantes en el exterior. Es una facultad del Presidente de la República, nombrar a sus representantes y el Senado de la República ratificarlos.